יום שני, 13 ביוני 2016

Behaalotjá, aliah de martes, tifEret en la semana

Behaalotjá, aliah de martes, tifEret en la semana. Bamidbar-Num. 9,14: "Y si vivirá con vosotros un guér, y hará (la ofrenda de) Pésaj para Hashém: de acuerdo a la ley del Pésaj y de acuerdo a su norma, así hará. Ley una habrá para vosotros, y para el guér, y para el ciudadano-nativo de la tierra".
Hay una conexión perfecta de solidaridad entre toda la población, que rige más allá de cuál sea la situación presente dada. Ley una hay para vosotros, la generación del desierto, que incluye a hijos de Israel y a un rejunte de esclavos liberados de otros pueblos, que no todos se han integrado-convertido al pacto vital de Israel; y una ley hay para vosotros. Y para cuando os asentéis en vuestra tierra, ley también una y única y justicia una y única para todos: para el guér (el converso, prosélito, u el inmigrante noájida), el que está entre nosotros a modo de un "gúr"-cachorro, un bebé que apenas nació, pues acaba de llegar; y para el ciudadano nativo ("Ezráj"), que brilla amaneciendo ("zoréaj", de la misma raíz de "Ezráj") desde siempre sobre su parcela. "Y si vivirá con vosotros un guér, y hará (la ofrenda de) Pésaj para Hashém: de acuerdo a la ley del Pésaj y de acuerdo a su norma, así hará. Ley una habrá para vosotros, y para el guér, y para el ciudadano-nativo de la tierra" -nuestro verso completo, con valor 4530-, y todo de acuerdo al orden de importancia, de responsabilidad, de autoridad: [Bereshit-Gen. 24,61] "y se levantará Rivkáh y sus doncellas, y montarán sobre los caballos, e irán detrás del hombre; y tomará el siervo a Rivkáh, y caminará"; Rivkáh se levantará, en singular, y de suyo, sus doncellas se levantarán con ella; y todas van detrás del hombre, que les parece a ellas un guerrero valiente y un hombre libre pues ésta es la imagen que conviene a su confianza; mas la verdad es que en el momento en que él las toma para salir ya al camino dice el texto que se trata de un siervo, pues no para él está tomando sino en tanto siervo y delegado de su amo; y nuevamente: tal como le fue ordenado, él toma únicamente a Rivkáh, y todas las doncellas que le están supeditadas y rendidas subirán a los camellos de por sí. Y comprende ésto, que es maravilloso.
Y nuestro verso trae un ejemplo poderoso, del que aprender para todo tipo de casos; pues del sacrificio de Pésaj (pascual) se habla, de la ofrenda en que el degüello del ídolo provee mérito de libertad, salto a la libertad, derecho a recibir una parcela en el pacto de la Toráh. Y ello está abierto a todos: a la generación que goza de estar en su tierra y a la generación que vive en situación de exilio, al ciudadano cuyo arraigo a la tierra recibió en herencia desde los padres primeros, y a éste que acaba de llegar a morar-lagúr entre nosotros, todo él temeroso-gár porque no conoce y sólo ama. De modo que también vosotros ahora, en el desierto; y también en situación de estar asentado en la tierra del amor de nuestros padres, el ciudadano nativo y también el guér, "de acuerdo a la ley del Pésaj y de acuerdo a su norma, así hará" ("kejukát hapésaj ukemishpató kén ia'aséh" = 1597), pues hay un pacto perpetuo entre Hashém y todo quien degüella al ídolo (en todas las variedades de ídolos y de los degüellos que les competen), al modo de [Prov. 29,3] "hombre que ama sabiduría alegrará a su padre, y el que alimenta prostitutas perderá (su) haber" -y a todas las formas de prostitución alude-, y la cuestión del culto a ídolos y la cuestión de la prostitución están muy próximas hasta ser prácticamente una. Y el guér viene en el camino contigo, compartiendo la misión de enmendar el corazón (Shemot-Ex. 26,1) "y el templo harás" ("veEt hamishkán ta'aséh") en él, y también sobre él rige la bendición de Hashém (Bereshit-Gen. 22,17) "y abundar abundaré tu descendencia como las estrellas de los cielos" ("veharbáh Arbéh Et zar'ajá kejojvéi hashamáim"), y sobre vosotros todos juntos pende el escudo férreo de E-lokím, que (Devarim-Deut. 1,30) "él guerreará para vosotros, como todo lo que hizo con vosotros" ("hú ilajém lajém kejól Ashér 'asáh Itjém"), pues en realidad también para el que recién ahora llega y se une hizo, cuando hizo para tí en Mitsráim, o ayer en tu camino a casa. (Jue. 18,10) "Y la tierra es ancha de manos pues la dio E-lokím" ("vehaArets rejavát iadáim ki netanáh E-lokím") a todos los que se incorporan con alegría a la campaña de redención.



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