Kedoshím, aliah de shabát kódesh, Maljút en la semana. Vaikra-Lev. 20,22: "Y cuidaréis todas mis leyes y todos mis juicios y los haréis, y no os arrojará la tierra que yo os traigo allí para asentar(os) en ella".
Un hombre que se conduce como si todo fuera azaroso y casual en el mundo, quita de sobre sí la bendición de la supervisión revelada de Hashém, se desampara a sí mismo y se entrega a las travesuras de la naturaleza. Mas vosotros, atended palabra sabia, "y cuidaréis todas mis leyes y todos mis juicios y los haréis, y no os arrojará la tierra que yo os traigo allí para asentar(os) en ella" -nuestro verso completo, con valor 7583-, porque de Hashém la heredad y la parcela a cada quien, y su continuidad con shalóm se sujeta a la acción de su Toráh en el mundo éste, sin ningún desvío del camino del bien; hasta el punto que demandará el profeta incluso al rey David con dura reprensión: [Sam.2 12,9] "¿Por qué despreciaste la palabra de Hashém, para hacer el mal en mis ojos? A Uriáh el jitita golpeaste con la espada, y a su esposa tomaste para tí por esposa, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón", y el hecho es que ya el pensamiento inicial acerca de Batshéva-Betsabé es un atacar con la espada a Uriáh-Urías, y aún cuando él muera a manos de los amonitas, será como si el propio David fuera quien empuña la espada. Y hay cosas que no sabemos en lo Alto y sólo lo que nos es revelado sabemos; y al decir de la guemará (Shabat 76a): todo el que dice que David pecó no está sino errado -hasta aquí.
Y os es sabido, "y cuidaréis todas mis leyes y todos mis juicios y los haréis" ("ushmartém Et kól jukotái veEt kól mishpatái va'asitém Otám" = 4118), [Devarim-Deut. 6,25] "y tsedakáh será para nosotros que cuidaremos para hacer toda la mitsváh-precepto ésta, ante nuestro Hashém nuestro E-lokím, como nos ordenó". Y lo más importante del cuidado de las leyes y los juicios es que los estudiéis "y los haréis" ("va'asitém Otám" = 1267), y saldrás a hacer bien y shalóm en tu mundo, como un joven que sale (Sam.1 17,15) "a pastorear-conducir el rebaño de su padre" ("lir'ót Et tsóN Abív"), (Sam.1 15,30) "y reverenciarás a Hashém tu E-lokím" ("vehishtajavíta laHashém E-lokéja"), (Crón.2 29,28) "y la canción canta" ("vehashír meshorér") (Prov. 2,21) "porque los rectos poblarán la tierra" (ki iesharím ishkenú Arets").
Entonces no te conducirá Hashém cual si oculto detrás de un aparente azar, sino que se revelará a tí la supervisión particular y constante de lo Alto, "y no os arrojará la tierra que yo os traigo allí para asentar(os) en ella" ("veló takí Etjém haArets Ashér Aní meví Etjém shámah lashévet báh" = 3465); porque tú conoces el secreto, y abundarás en derramar y contagiar de tu bendición y elevar a modo de ofrenda perfecta tus pensamientos y palabras y acciones, hasta el punto en que se levantarán [Shemot-Ex. 36,5] "y dirán a Moshéh para decir: abundan el pueblo en traer más que el trabajo (que lo necesario) para la labor que ordenó Hashém hacerla", porque las mitsvót-preceptos les son muy caras, y están asentados en la parcela (física y espiritual, la colectiva y la privada de cada quien) que "yo os traigo allí para asentar(os) en ella" ("Aní meví Etjém shámah lashévet báh" = 1659), donde [Tehilim 97,11] "luz sembrada para el justo, y para los rectos de corazón alegría", y hará Hashém todo el bien (Shemot-Ex. 32,14) "que dijo hacer a su pueblo" ("Ashér dibér la'asót le'amó"), que camina trayendo shalóm de tsedakáh y justicia a su mundo.
Un hombre que se conduce como si todo fuera azaroso y casual en el mundo, quita de sobre sí la bendición de la supervisión revelada de Hashém, se desampara a sí mismo y se entrega a las travesuras de la naturaleza. Mas vosotros, atended palabra sabia, "y cuidaréis todas mis leyes y todos mis juicios y los haréis, y no os arrojará la tierra que yo os traigo allí para asentar(os) en ella" -nuestro verso completo, con valor 7583-, porque de Hashém la heredad y la parcela a cada quien, y su continuidad con shalóm se sujeta a la acción de su Toráh en el mundo éste, sin ningún desvío del camino del bien; hasta el punto que demandará el profeta incluso al rey David con dura reprensión: [Sam.2 12,9] "¿Por qué despreciaste la palabra de Hashém, para hacer el mal en mis ojos? A Uriáh el jitita golpeaste con la espada, y a su esposa tomaste para tí por esposa, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón", y el hecho es que ya el pensamiento inicial acerca de Batshéva-Betsabé es un atacar con la espada a Uriáh-Urías, y aún cuando él muera a manos de los amonitas, será como si el propio David fuera quien empuña la espada. Y hay cosas que no sabemos en lo Alto y sólo lo que nos es revelado sabemos; y al decir de la guemará (Shabat 76a): todo el que dice que David pecó no está sino errado -hasta aquí.
Y os es sabido, "y cuidaréis todas mis leyes y todos mis juicios y los haréis" ("ushmartém Et kól jukotái veEt kól mishpatái va'asitém Otám" = 4118), [Devarim-Deut. 6,25] "y tsedakáh será para nosotros que cuidaremos para hacer toda la mitsváh-precepto ésta, ante nuestro Hashém nuestro E-lokím, como nos ordenó". Y lo más importante del cuidado de las leyes y los juicios es que los estudiéis "y los haréis" ("va'asitém Otám" = 1267), y saldrás a hacer bien y shalóm en tu mundo, como un joven que sale (Sam.1 17,15) "a pastorear-conducir el rebaño de su padre" ("lir'ót Et tsóN Abív"), (Sam.1 15,30) "y reverenciarás a Hashém tu E-lokím" ("vehishtajavíta laHashém E-lokéja"), (Crón.2 29,28) "y la canción canta" ("vehashír meshorér") (Prov. 2,21) "porque los rectos poblarán la tierra" (ki iesharím ishkenú Arets").
Entonces no te conducirá Hashém cual si oculto detrás de un aparente azar, sino que se revelará a tí la supervisión particular y constante de lo Alto, "y no os arrojará la tierra que yo os traigo allí para asentar(os) en ella" ("veló takí Etjém haArets Ashér Aní meví Etjém shámah lashévet báh" = 3465); porque tú conoces el secreto, y abundarás en derramar y contagiar de tu bendición y elevar a modo de ofrenda perfecta tus pensamientos y palabras y acciones, hasta el punto en que se levantarán [Shemot-Ex. 36,5] "y dirán a Moshéh para decir: abundan el pueblo en traer más que el trabajo (que lo necesario) para la labor que ordenó Hashém hacerla", porque las mitsvót-preceptos les son muy caras, y están asentados en la parcela (física y espiritual, la colectiva y la privada de cada quien) que "yo os traigo allí para asentar(os) en ella" ("Aní meví Etjém shámah lashévet báh" = 1659), donde [Tehilim 97,11] "luz sembrada para el justo, y para los rectos de corazón alegría", y hará Hashém todo el bien (Shemot-Ex. 32,14) "que dijo hacer a su pueblo" ("Ashér dibér la'asót le'amó"), que camina trayendo shalóm de tsedakáh y justicia a su mundo.
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