Bejukotái, aliah de domingo, Jésed en la semana. Vaikra-Lev. 26,3: "Si en mis leyes caminaréis y mis mitsvót-preceptos cuidaréis, y los haréis".
Sin necesidad de estudios especiales, ni de conferencistas ni entrenadores personales o coachers y programas promisorios, ni inversiones importantes: he aquí, ante tí, completamente gratis, la llave del éxito, de la salud y de la riqueza en este mundo: "si en mis leyes caminaréis y mis mitsvót-preceptos cuidaréis, y los haréis" -nuestro verso entero, con valor 4183-; ¿y dónde está la trampa?; ¿cuál es la respuesta a la pregunta que salta naturalmente de inmediato, cuando ves que en realidad no todo quien parece cumplir las condiciones señaladas recibe de inmediato las llaves de su propia redención? Fíjate: en plural es pronunciado el plan. He ante tí que no basta con que tú cumplas el desafío: necesitas también que todos tus hermanos se conduzcan por el camino de Hashém, que consiste en hacer tsedakáh (caridad rectificadora) y justicia (juicio justo), para que tu camino recto dé el fruto que anhelas. Y en dicho contexto, hacer el bien te obliga a tí, y a toda la congregación contigo, a alejarte del mal: [Devarim-Deut. 11,16] "Cuidaos, no sea que os seduzca vuestro corazón y os desviaréis, y rendiréis culto a divinidades otras y las reverenciaréis", pues entonces se encenderá la cólera de Hashém [Ez. 7,9] "y no se apiadará mi ojo, y no me compadeceré: de acuerdo a tus caminos sobre tí daré, y tus abominaciones en tí serán; y sabréis que yo Hashém azoto", para que vean y teman, y no profanen con alevosía más.
Y no hay mérito alguno en el estudio por sí mismo, si no es que estudiaréis la Toráh de Hashém y sus mitsvót-preceptos, y profundizaréis en la halajáh-norma para conocer los caminos en que se realiza la Toráh en el mundo, "y los haréis" ("va'asitém Otám" = 1267, "y los habréis hecho"), pues siempre [Tehilim 7,11] "mi escudo-defensa (se apoya) sobre E-lokím, que salva a los rectos de corazón", [Tehilim 119,46] "y hablaré de tus testimonios frente-contra a reyes, y no me avergonzaré" porque estaré aferrado a la verdad, al trono del más alto honor, y sabré que no hay hombre ni gobierno ni autoridad ni poder que pueda cambiar, agregar o restar en los caminos de E-l, y aún frente a los ángeles de servicio se aferró Moshéh a la Toráh y los venció. Puesto que por encima de las leyes de la naturaleza que creó te conducirá siempre por mérito de tu lealtad, pues [Jer. 32,27] "Héme yo, Hashém, el E-lokím de toda carne. ¿Acaso de mí te sorprenderá algo?". Maravillamiento de EsaBiEl, en pura gratitud.
Sin necesidad de estudios especiales, ni de conferencistas ni entrenadores personales o coachers y programas promisorios, ni inversiones importantes: he aquí, ante tí, completamente gratis, la llave del éxito, de la salud y de la riqueza en este mundo: "si en mis leyes caminaréis y mis mitsvót-preceptos cuidaréis, y los haréis" -nuestro verso entero, con valor 4183-; ¿y dónde está la trampa?; ¿cuál es la respuesta a la pregunta que salta naturalmente de inmediato, cuando ves que en realidad no todo quien parece cumplir las condiciones señaladas recibe de inmediato las llaves de su propia redención? Fíjate: en plural es pronunciado el plan. He ante tí que no basta con que tú cumplas el desafío: necesitas también que todos tus hermanos se conduzcan por el camino de Hashém, que consiste en hacer tsedakáh (caridad rectificadora) y justicia (juicio justo), para que tu camino recto dé el fruto que anhelas. Y en dicho contexto, hacer el bien te obliga a tí, y a toda la congregación contigo, a alejarte del mal: [Devarim-Deut. 11,16] "Cuidaos, no sea que os seduzca vuestro corazón y os desviaréis, y rendiréis culto a divinidades otras y las reverenciaréis", pues entonces se encenderá la cólera de Hashém [Ez. 7,9] "y no se apiadará mi ojo, y no me compadeceré: de acuerdo a tus caminos sobre tí daré, y tus abominaciones en tí serán; y sabréis que yo Hashém azoto", para que vean y teman, y no profanen con alevosía más.
Y no hay mérito alguno en el estudio por sí mismo, si no es que estudiaréis la Toráh de Hashém y sus mitsvót-preceptos, y profundizaréis en la halajáh-norma para conocer los caminos en que se realiza la Toráh en el mundo, "y los haréis" ("va'asitém Otám" = 1267, "y los habréis hecho"), pues siempre [Tehilim 7,11] "mi escudo-defensa (se apoya) sobre E-lokím, que salva a los rectos de corazón", [Tehilim 119,46] "y hablaré de tus testimonios frente-contra a reyes, y no me avergonzaré" porque estaré aferrado a la verdad, al trono del más alto honor, y sabré que no hay hombre ni gobierno ni autoridad ni poder que pueda cambiar, agregar o restar en los caminos de E-l, y aún frente a los ángeles de servicio se aferró Moshéh a la Toráh y los venció. Puesto que por encima de las leyes de la naturaleza que creó te conducirá siempre por mérito de tu lealtad, pues [Jer. 32,27] "Héme yo, Hashém, el E-lokím de toda carne. ¿Acaso de mí te sorprenderá algo?". Maravillamiento de EsaBiEl, en pura gratitud.
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