יום שישי, 26 בפברואר 2016

Ki Tisá, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

Ki Tisá, aliah de shabát kódesh, Maljút en la semana. Shemot-Ex. 34,33: "Y terminará Moshéh de hablar a ellos, y pondrá sobre su rostro un velo".
El líder incidirá y será influido en dos direcciones distintas: de acuerdo a lo que Hashém le ordene se conducirá, y así, concederá Hashém lo que él pida en nombre del pueblo, e incluso cumplirá lo que él decrete o sentencie; y por otro lado, el pueblo que él conducirá le será a modo de amo y de crítico, y de auxilio, y de juez. El líder tsadík actúa de acuerdo a la ley indeclinable; sabe él que hacia la acción de tsedakáh y justicia debe conducir a su pueblo. Así, es personalmente responsable y solidario respecto de la vida del colectivo, y de los individuos que lo componen; y ello demandará de él un nivel de enmienda y rectificación de cualidades, de pureza y transparencia, muy superior a la requerida de todo otro individuo del pueblo. Porque él sirve el conducto, a cuyo través la luz de E-lokím, el fluido sagrado que vivifica todo, se contrae y se condensa hasta la medida de los recipientes de que dispone el pueblo. "Y terminará Moshéh de hablar a ellos, y pondrá sobre su rostro un velo" -nuestro verso entero, con valor 1921-: la revelación divina, la tormenta de conciencia derivada de la reunión personal con E-lokím en revelación sublime, alumbra su rostro, que despide una luz que intranquiliza y aún espanta a quien lo ve; de la luz que brilla en su piel sabrán y temerán, [Bereshit-Gen. 39,3] "y verá su amo que Hashém está-es con él; y todo lo que él hace, Hashém pone éxito en su mano"; y se apegarán a él y a su Toráh. Y siendo que de modo transparente desciende a su través la bendición de lo Alto, y es claro que todo proviene del Creador, no ha lugar a celo ni envidia ni venganza en relación al prójimo, en absoluto: [Prov. 20,22] "No digas retribuiré (con) mal; pon tu esperanza en Hashém y te salvará". Porque ante todo, debe saber el hombre sus límites, y que hay siempre en su mano lo que rectamente le ha de haber. Entonces evocará los antecedentes primeros: (Bereshit-Gen. 3,6) "y verá la mujer que bueno es el árbol para comer, y que deseable es a los ojos" ("vatére haIsháh ki tóv ha'éts lemaAjál vekitaAváh hú la'eináim"); y desde allí resultó sólo pecado y descenso y caos y oscuridad y extravío; por tanto, a la hora de la conquista de vuestra tierra, de vuestro lugar, a la hora de realizar vuestra potencia en acción de vuestras manos, ante todo conquistaréis toda delusión y seducción de idolatría, todo lo que haya sido formado-creado-fabricado para elevar las vanidades del mundo a la vista de quienes se encandilan con facilidad, (Devarim-Deut. 2,13) "y romperéis sus estatuas" ("veshibartém Et matsevotám"), exactamente como degollasteis y comisteis al cordero que servía de ídolo a los egipcios en Mitsráim, porque tiene prohibido terminantemente el líder tsadík negociar en modo alguno con la mentira, siquiera en el más mínimo detalle, siquiera en como el grosor de un cabello, y ni siquiera para hallar gracia o aprobación a ojos de su pueblo (como ocurrió a Shaúl con el ganado y las ovejas e incluso el mismo rey de los amalekitas, como a todos los líderes y gobernantes que estafan así a sus pueblos).
De modo que todo el pueblo vio que la piel del rostro de Moshéh despide luz, "y terminará Moshéh de hablar a ellos" ("vaíjal moshéh midabér Itám" = 1098), (Jos. 23,3) "y vosotros visteis" ("veAtém reItém")  (Tehilim 37,31) "la Toráh de su E-lokím en su corazón" ("torát E-lokáv belibó"), (Shemot-Ex. 4,15) "y os instruí" ("vehoréiti Etjém") la ley verdadera (Is. 40,9) "que anuncia Tsión" ("mevaséret tsión", el punto mismo del Templo en Ierushaláim, que conecta entre los mundos superiores y los inferiores); (Ester 9,32) "y la palabra de Ester tiene vigencia" ("umaAmár Estér kiám") para saber que Hashém es el milagro (Tehilim 89,27) "y la roca de mi salvación" ("vetsúr ieshu'atí").
Acabó de transmitirles la palabra de Hashém, "y pondrá sobre su rostro un velo" ("vaitén 'al panáv masvéh" = 823) para cuidar la sacralidad de la luz, e incluso (Devarim-Deut. 17,20) "para evitar que se eleve su corazón por encima de sus hermanos" ("lebiltí róm lebavó meEjáv"). (Sam.1 8,11) "Y dirá: éste será el estatuto del rey" ("vaióMer zéh ihiéh mishpát hamélej"), que le dará el E-lokím a él (Tehilim 78,43) "sus señales" ("Sam.1 18,3) "en su amor a él" ("beAhavató Otó"), para que te conduzca con lealtad, y entonces (Tehilim 91,10) "no te ocurrirá ningún mal" ("ló teUnéh Eléja ra'áh") nunca, y a todos (Tehilim 37,4) "los ruegos de tu corazón" ("mishAlót libéja") bueno, verás con tus ojos que ha atendido Hashém desde los cielos.

אין תגובות:

הוסף רשומת תגובה