יום שלישי, 24 בנובמבר 2015

Vaishláj, aliah de miércoles, Netsaj en la semana

Vaishláj, aliah de miércoles, Nétsaj en la semana. Bereshit-Gen. 33,20: "Y erigirá allí un altar, y le llamará E-l, E-lokím de Israel". Según la traducción de Onkelus, Iaakóv erigió el altar, y elevó desde él su plegaria a Hashém. En otro análisis, diremos que desde el oficio sagrado del altar, llamó con el nombre "E-l" (que representa fuerzas de Jésed-piedad-amor) al E-lokím (que representa fuerzas de juicio y de rigor) de Israel, o sea de él mismo, puesto que en el nuevo nivel espiritual -de nombre Israel- que le fue concedido tras la lucha con el ángel de Esáv, todo dín-rigor que pesa sobre él se inviste de amor y de piedad. Y una bella alusión a esta lectura la hallaremos en el valor 1476 de nuestro verso completo, que se extiende y explica en términos de [Tehilim 139,11] "y diré: sólo oscuridad me soplará-cubrirá, y la noche será luz para mí", que aún si la oscuridad se derramare sobre mí, la noche alumbrará mis ojos, porque la oscuridad que me viste tiene por objeto defenderme de mi enemigo, y no limita a mis ojos, y he aquí que veo en esta noche cual en pleno día. Esta es la completitud a que apunta Iaakóv tras tan largo camino, cuando por fin se asienta en la parcela que compró con dinero a precio completo, en la ciudad de Shjém-Nablus, que pertenece desde entonces en exclusividad a toda la descendencia de Iaakóv; a la que llegó para fundar y comenzar la (Crón.1 9,13) "labor necesaria para el trabajo de la casa del E-lokím" ("meléJet 'avodát beit haE-lokím"), un lugar (locus, estado de conciencia inaugural) en que se sintetiza el potencial de convertir todo mal en bien desde dentro propio; en que se pose la shejináh (presencia revelada de Hashém), y desde el que se abran pórticos de redención para el mundo.
Iaakóv se asienta, seguro y completo, en su parcela, "y erigirá allí un altar" ("vaiátsev shám mizbéaj" = 505), [Tehilim 95,3] "porque E-l grande es Hashém, y rey grande sobre todo E-lokím" (aludiendo a la grandeza en tanto actitud del noble); y lo hizo a la vista de todos los pobladores de la tierra. (Sam.1 12,5) "Y dirá a ellos: Testigo es Hashém en vosotros" ("vaióMer Alehém 'ed Hashém bajém"), porque (Sam.1 24,10) "he el día éste vieron tus ojos" ("hinéh haióm hazéh raU 'einéja") que Hashém está conmigo y tanto de Laván como de Esáv me salvó, y esta tierra es mía y de mi descendencia hasta (Tehilim 48,14) "la generación última" ("ladór Ajarón"). Y levantó un altar para invitar a la shejináh a posarse en su morada como (Crón.2 4,11) "en la morada del E-lokím" ("bevéit haE-lokím"), (Sam.1 21,9) "porque la palabra del rey era urgente" ("ki haiáh dvár hamélej najúts") para dejar claro a perpetuidad que (Reyes1 13,9) "por la palabra de Hashém para decir-determinar" ("bidvár Hashém leEmór") retornó Iaakóv a su tierra, y aún cuando con su propio patrimonio la compró de quienes se habían asentado en ella, su derecho a la tierra proviene de lo Alto y no depende del arbitrio de los hombres.
Y desde sobre el altar, a través del conducto abierto por el oficio de las ofrendas, alzará su voz "y le llamará" ("vaikrá ló" = 353), llamará a Hashém, y el llamado fue de (Is. 29,19) "alegría-felicidad" ("simjáh") por cuanto hizo Hashém (Bereshit-Gen. 37,22) "para devolverle" ("lehashivó") a su tierra. (Bereshit-Gen. 48,20) "Y los bendecirá en ese día" ("vaibarajém baióm hahú"), y en la sustancia de la bendición está la orden, para Israel y su descendencia, de caminar siempre por camino recto, (Devarim-Deut. 17,17) "y no se desviará su corazón" ("veló iasúr levavó") hacia las vanidades del mundo; y entonces siempre les valdrán los méritos de los ancestros, también (Ob. 1,12) "en día de estrechez-desgracia" ("beióm tsaráh").
Y llamó entonces con el nombre del Jésed también a los diním-rigores-juicios, "E-l E-lokím de Israel" ("E-l E-lokéi israEl" = 618), y lo colocó (Devarim-Deut. 20,9) "en la cabeza del pueblo" ("berósh ha'ám") para que sea su fe y fidelidad (Tehilim 112,3) "vigente por siempre" ("'omédet la'ád). (Reyes1 8,48) "Y elevarán plegaria a Tí" ("vehitpalelú Eléja") los sabios, los que comprenden que todo proviene de lo Alto, y que (Ec. 7,12) "la sabiduría dará vida a quienes la poseen" ("hajojmáh tejaiéh ba'aléha"), porque se apegará a los sabios y salvará el sabio mismo su alma, caminando el camino de Hashém para hacer tsedakáh y justicia todos los días de su vida.


אין תגובות:

הוסף רשומת תגובה