Vaierá, aliah de miércoles, Netsaj en la semana. Bereshit-Gen. 20,17: "Y orará Avrahám al E-lokím, y sanará E-lokím a Avimélej y a su mujer y sus madres-parturientas, y parieron".
Cuán grandes el mérito y la fuerza del tsadík-justo sagrado, y cuánto recibe él honor de Hashém, hasta el punto en que forzará Hashém a los demás a honrarle, para que tomen de él ejemplo y sigan su camino. Avimélej rey de Grár toma inocente a Saráh a su casa, creyendo que no se trata de la esposa sino de la hermana de Avrahám. En mérito de su integridad, Hashém le impide tocarla siquiera, por medio de una afección cutánea que le asalta de pronto. Para señalar la necesidad de que revise sus acciones para hallar la causa de la desgracia, Hashém cierra el vientre de sus mujeres próximas a parir. En medio de la crisis angustiosa, aparece Hashém en el sueño de Avimélej, y le exige devolver a Saráh a su marido. Mas no bastará ello para recibir sanación: es necesario también que el tsadík se vea confortado y eleve su plegaria en favor de él y los suyos. Sólo así, habrá sanación para todos los afectados donde Avimélej.
De modo que tomará la oportunidad "y orará Avrahám al E-lokím" ("vaitpalél Avrahám El haE-lokím" = 926); hizo lo que (Ez. 43,25) "íntegros-inocentes harán" ("tmimím ia'asú") para despertar (Is. 8,13) "a Hashém de los Ejércitos" ("Et Hashém TsebaO-t") a la enmienda y cura de (Jer. 42,3) "lo que fue hecho" ("Ashér na'asáh"); pues sabe Avrahám que (Vaikra-Lev. 27,28) "sagrado dentro de lo sagrado es él para Hashém" ("kódesh kodashím hú laHashém"), que le prometió que será progenitor de muchos pueblos (Is. 58,12) "y construirán de tí ruinas del mundo" ("ubanú mimjá jarvót 'olám"), en términos de que su enorme y ejemplar Piedad incidirá por medio de su descendencia para bendecir a los ansiosos de bien de todos los pueblos; y él sencillamente trae sus acciones (Tehilim 35,13) "y mi plegaria" ("utfilatí") a Hashém, y se regocija en invitar a sus vecinos: (Tehilim 132,7) "vengamos a Sus moradas" ("navóAh lemishkenotáv") que se hallan en lo profundo del corazón del hombre donde (Tehilim 91,9) "pusiste tu residencia" ("sámta me'onéja"), (Lam. 3,18) "y mi expectativa proviene de Hashém" ("vetojaltí meHashém").
Tal como y ni bien culminó Avrahám su plegaria, "y sanó E-lokím" ("vairpá E-lokím" = 383) (Jer. 22,7) "al hombre y a sus herramientas-instrumentos" ("Ish ukeláv"), por medio de que (Vaikra-Lev. 9,4) "Hashém se reveló a vosotros" ("Hashém nirAh Eleijém"); (Reyes1 2,17) "porque no devolverá" ("ki ló iashív") Hashém vacío a la plegaria del (Prov. 11,17) "hombre de piedad-amor" ("Ish jésed"), sino que responderá de acuerdo a las cualidades y mérito de quien oró y de aquél en cuyo beneficio éste oró, a veces a modo de (Job 37,11) "nube de su luz" ("'anán Oró") y otras a modo de (Job 37,15) "luz de su nube" ("Or 'ananó"). Por consiguiente, volverán en teshuváh y se apegarán al tsadík (Sam.1 7,3) "y preparad vuestros corazones para Hashém, y rendid culto a El sólo" ("vehajínu levavjém El Hashém ve'ivdúhu levadó"), (Tehilim 37,3) "y cría fe" ("ur'éh Emunáh"), reservándote (Crón.1 15,17) "para felicidad" ("lesimjáh"). Pues tal como dijo Hashém a Avimélej acerca de Avrahám: (Tehilim 89,27) "él me llamará" ("hú ikraEni") , y aquéllos a quien él bendiga (Crón.2 6,41) "se alegrarán en el bien" ("ismejú batóv").
Y sanó E-lokím "a Avimélej y a su mujer y a sus madres-parturientas" ("Et Avimélej veEt Ishtó veAmhotáv" = 2086), mostrando que [Tehilim 81,7] "extraje del dolor su hombro, y sus manos, del pesado trabajo de la cocina se librarán": que de dentro del dolor los sacó, y no del esfuerzo físico del hombre vendrán a él la bendición y la sanación".
Y también todas las mujeres sanaron, y se abrieron sus matrices "y parieron" ("vaielédu" = 56) (Bereshit-Gen. 8,20) "para Hashém" ("laHashém"), (Jon. 1,16) "y ofrecieron ofrenda" ("vaizbejú zévaj"), "su mujer y sus madres-parturientas" ("Ishtó veAmhotáv" = 1175), porque pidieron de todo corazón (Tehilim 71,2) "sálvame y rescátame" ("tatsiléni vatefalténi") y alabaron (Tehilim 148,5) "al nombre de Hashém, pues El ordenó y fueron creados" ("Et shém Hashém ki hú tsiváh venibráU").
"Y orará Avrahám al E-lokím, y sanará E-lokím a Avimélej y a su mujer y sus madres-parturientas, y parieron" -nuestro verso entero con valor 3451-, para mostrar que Avrahám obtuvo el milagro, porque cuidó hacer (Jos. 23,6) "a todo lo escrito en el libro de la Toráh de Moshéh, evitando desviarse de él" ("Et kól hakatúv beséfer torát moshéh lebiltí súr miménu"), para atraer redención al mundo.
Cuán grandes el mérito y la fuerza del tsadík-justo sagrado, y cuánto recibe él honor de Hashém, hasta el punto en que forzará Hashém a los demás a honrarle, para que tomen de él ejemplo y sigan su camino. Avimélej rey de Grár toma inocente a Saráh a su casa, creyendo que no se trata de la esposa sino de la hermana de Avrahám. En mérito de su integridad, Hashém le impide tocarla siquiera, por medio de una afección cutánea que le asalta de pronto. Para señalar la necesidad de que revise sus acciones para hallar la causa de la desgracia, Hashém cierra el vientre de sus mujeres próximas a parir. En medio de la crisis angustiosa, aparece Hashém en el sueño de Avimélej, y le exige devolver a Saráh a su marido. Mas no bastará ello para recibir sanación: es necesario también que el tsadík se vea confortado y eleve su plegaria en favor de él y los suyos. Sólo así, habrá sanación para todos los afectados donde Avimélej.
De modo que tomará la oportunidad "y orará Avrahám al E-lokím" ("vaitpalél Avrahám El haE-lokím" = 926); hizo lo que (Ez. 43,25) "íntegros-inocentes harán" ("tmimím ia'asú") para despertar (Is. 8,13) "a Hashém de los Ejércitos" ("Et Hashém TsebaO-t") a la enmienda y cura de (Jer. 42,3) "lo que fue hecho" ("Ashér na'asáh"); pues sabe Avrahám que (Vaikra-Lev. 27,28) "sagrado dentro de lo sagrado es él para Hashém" ("kódesh kodashím hú laHashém"), que le prometió que será progenitor de muchos pueblos (Is. 58,12) "y construirán de tí ruinas del mundo" ("ubanú mimjá jarvót 'olám"), en términos de que su enorme y ejemplar Piedad incidirá por medio de su descendencia para bendecir a los ansiosos de bien de todos los pueblos; y él sencillamente trae sus acciones (Tehilim 35,13) "y mi plegaria" ("utfilatí") a Hashém, y se regocija en invitar a sus vecinos: (Tehilim 132,7) "vengamos a Sus moradas" ("navóAh lemishkenotáv") que se hallan en lo profundo del corazón del hombre donde (Tehilim 91,9) "pusiste tu residencia" ("sámta me'onéja"), (Lam. 3,18) "y mi expectativa proviene de Hashém" ("vetojaltí meHashém").
Tal como y ni bien culminó Avrahám su plegaria, "y sanó E-lokím" ("vairpá E-lokím" = 383) (Jer. 22,7) "al hombre y a sus herramientas-instrumentos" ("Ish ukeláv"), por medio de que (Vaikra-Lev. 9,4) "Hashém se reveló a vosotros" ("Hashém nirAh Eleijém"); (Reyes1 2,17) "porque no devolverá" ("ki ló iashív") Hashém vacío a la plegaria del (Prov. 11,17) "hombre de piedad-amor" ("Ish jésed"), sino que responderá de acuerdo a las cualidades y mérito de quien oró y de aquél en cuyo beneficio éste oró, a veces a modo de (Job 37,11) "nube de su luz" ("'anán Oró") y otras a modo de (Job 37,15) "luz de su nube" ("Or 'ananó"). Por consiguiente, volverán en teshuváh y se apegarán al tsadík (Sam.1 7,3) "y preparad vuestros corazones para Hashém, y rendid culto a El sólo" ("vehajínu levavjém El Hashém ve'ivdúhu levadó"), (Tehilim 37,3) "y cría fe" ("ur'éh Emunáh"), reservándote (Crón.1 15,17) "para felicidad" ("lesimjáh"). Pues tal como dijo Hashém a Avimélej acerca de Avrahám: (Tehilim 89,27) "él me llamará" ("hú ikraEni") , y aquéllos a quien él bendiga (Crón.2 6,41) "se alegrarán en el bien" ("ismejú batóv").
Y sanó E-lokím "a Avimélej y a su mujer y a sus madres-parturientas" ("Et Avimélej veEt Ishtó veAmhotáv" = 2086), mostrando que [Tehilim 81,7] "extraje del dolor su hombro, y sus manos, del pesado trabajo de la cocina se librarán": que de dentro del dolor los sacó, y no del esfuerzo físico del hombre vendrán a él la bendición y la sanación".
Y también todas las mujeres sanaron, y se abrieron sus matrices "y parieron" ("vaielédu" = 56) (Bereshit-Gen. 8,20) "para Hashém" ("laHashém"), (Jon. 1,16) "y ofrecieron ofrenda" ("vaizbejú zévaj"), "su mujer y sus madres-parturientas" ("Ishtó veAmhotáv" = 1175), porque pidieron de todo corazón (Tehilim 71,2) "sálvame y rescátame" ("tatsiléni vatefalténi") y alabaron (Tehilim 148,5) "al nombre de Hashém, pues El ordenó y fueron creados" ("Et shém Hashém ki hú tsiváh venibráU").
"Y orará Avrahám al E-lokím, y sanará E-lokím a Avimélej y a su mujer y sus madres-parturientas, y parieron" -nuestro verso entero con valor 3451-, para mostrar que Avrahám obtuvo el milagro, porque cuidó hacer (Jos. 23,6) "a todo lo escrito en el libro de la Toráh de Moshéh, evitando desviarse de él" ("Et kól hakatúv beséfer torát moshéh lebiltí súr miménu"), para atraer redención al mundo.
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