יום שבת, 17 באוקטובר 2015

Lej Lejá, aliah de domingo, Jesed en la semana

Lej Lejá, aliah de domingo, Jesed en la semana. Bereshit-Gen. 12,2: "Y te haré un pueblo grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre; y sé bendición".
Décima generación desde Nóaj, señala la Toráh a "Avrám ben Téraj" = 903, el que se levanta a recordar a la humanidad [Sam.2 22,32] "que quién (es) deidad a más de Hashém, y quién roca (punto fijo en el cosmos) a más de nuestro E-lokím"; el que elige para sí y para su descendencia (Devarim-Deut. 30,15) "a la vida y al bien" ("Et hajaím veEt hatóv"); y por consiguiente, es sabido desde un inicio que (Bereshit-Gen. 24,1) "y Hashém bendijo a Avrahám" ("vaHashém beráj Et Avrahám") con que conducirán a su descendencia (Crón.1 5,29) "Aharón, y Moshéh, y Miriám" ("Aharón umoshéh umiriám") a legar (Crón.1 17,11) "su reinado" ("Et maljutó").
Avrahám enmienda la cualidad del Jésed (piedad, amor, entrega, voluntad de dar) en todo su esplendor, y su peripecia vital se vuelve arquetipo del Jasíd (hombre de Jésed) perfecto. Al inicio de nuestra parasháh, recibe el requerimiento por parte de E-lokím de abandonar todo para revelar lo mejor de sí, y ante su prestancia feliz en cumplir la palabra de Hashém, se hace merecedor de siete bendiciones poderosas, que tienen por propósito enmendar (traducir al mundo mensurable) las siete cualidades-medidas en en que el Jésed se realiza (como estudiamos cada año en la primer semana del 'ómer, en que apuntamos a enmendar cada día una de las siete midót del Jésed). Las primeras cuatro bendiciones están en nuestro verso; las tres restantes, en el que le sigue.
En seguida después de la instrucción "Ve-te de tu tierra y de tu matria y de la casa de tu padre (...)", en que se reclama de él una actitud de entrega extrema desde la fe, hasta un punto que contraría en los hechos a la naturaleza humana misma, promete Hashém a Avrahám: "Y te haré un pueblo grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre; y sé bendición" -el verso entero con valor 1400-; y por cuanto serás ejemplo para todas las generaciones del mundo, [Is. 29,24] "y sabrán, los errabundos del espíritu, entendimiento; y los que protestan extraerán enseñanza", para decir que todos los que están limitados en su seguridad y su fe, los que ven sólo con sus ojos estrechos y fantaséan filosofías llamadas al error, verán cuán bueno es para siempre el destino del hombre acerca del que dirá Hashém (Sam.1 2,35) "tal como en mi corazón y en mi alma, él hará" ("kaAshér bilvaví ubenafshí ia'aséh"), y de suyo se abrirá la oportunidad para ellos de retornar a Hashém con corazón bueno, para enmendar a la creación, para salvarla de la oscuridad y traerla así hasta la luz.
El Jésed de dentro del Jésed, es el núcleo motor del Jésed divino, que se refleja en la acción en las elecciones vitales de Avrahám, donde le promete Hashém "y te haré un pueblo grande" ("veE'esjá legói gadól" = 489). Hasta el punto en que todos se dirigirán a él para aprender de él (Bereshit-Gen. 28,8) "y llamará a todo: sus siervos-seguidores" ("vaikrá lakól 'avadáv"). Pues en oportunidad de que al jasíd (hombre de Jésed) le toque estrechez o pena, (Bereshit-Gen. 39,14) "y llamará en gran voz" ("vaEkrá bekól gadól"), se apiadará Hashém (Vaikra-Lev. 5,1) "y soliviantará su pecado" ("venasá 'avonó"), y verá en seguida (Vaikra-Lev. 14,48) "que se curó la peste" ("ki nirpá hanéga'"), y él sabrá inmediatamente que la fuente de la salvación esta en que (Tehilim 36,6) "en el firmamento tu Jésed" ("behashamáim jasdéja"), y estará siempre su alma (Ester 8,15) "jubilosa y feliz" ("tsahaláh vesamejáh").
La Guevuráh-rigor se identifica siempre con la acción del juicio. Conocido es que la Guevuráh de dentro del Jésed acudirá a limitar la tendencia a la ilimitud del Jésed, para asemejar su medida a la de los méritos de quien lo recibe; no obstante, donde Avrahám, donde el verdadero jasíd, la Guevuráh se asume en tanto extracción vigorosa de la potencia a lo real de la bendición misma, como dice "y te bendeciré" ("vaAbarejejá" = 249), con el valor de (Devarim-Deut. 11,14) "lluvia" ("matár") que es el agua bendita que cae de los cielos a bendecir la producción de la tierra, y genera riqueza al hombre también (Bereshit-Gen. 7,21) "en el ave y en el animal y en la bestia" ("ba'óf ubajaiáh uvabehemáh") que él querrá para elevar (Devarim-Deut. 12,27) "sobre el altar de Hashém tu E-lokím" ("'al mizbéaj Hashém E-lokéja") aún (Bereshit-Gen. 19,4) "antes de que" ("térem") sea satisfecha su propia necesidad (Ec. 1,7), "y el mar no está lleno" ("vehaiám Einénu malé") todavía (ésto en sí mismo es un acto de Guevuráh-vigor de fe enorme, puesto que aún cuando no está satisfecho tu apetito, comienzas por dar, por donar, por dar de tí a Hashém, por dar a tu prójimo de la bendición que te está prometida por el hecho mismo de estar apegado al Jésed de Hashém), y se cumplirá en tí que (Bereshit-Gen. 26,12) "y lo bendecirá" ("vaibarejéhu") Hashém en tanto que te pronuncies en términos de, sea lo que sea, (Tehilim 26,12) "bendeciré a Hashém" ("Avaréj Hashém") en todo lo que sea.
Y entonces arribarás a la armonía, a la iluminación pura en la cualidad de tifEret (esplendor, equilibrio, sanidad, justicia) de Jésed, en acuerdo con la bendición de "y engrandeceré tu nombre" ("vaAgadláh shméja" = 409), porque en la liberación de acciones de piedad que realizarás agradecerás a quien recibe de tí en términos de que (Bereshit-Gen. 30,27) "y me bendecirá Hashém por tí" ("vaibarjéni Hashém biglaléj"), porque Hashém hace Jésed y yo fui creado de acuerdo a su imagen e intento hacer Jésed por mi propia cuenta, primero hago y luego busco comprender (como en lo que dijeron los hijos de Israel en Sinai haremos y atenderemos, na'aséh venismá', en que se asemejaron a ángeles), y no me apoyo en los razonamientos concatenados de mi mente limitada sino en la inocencia íntegra; y en toda situación, reconoceré que (Bereshit-Gen. 24,56) "y Hashém pone éxito en mi camino" ("vaHashém hitslíaj darkí"). Y en esta fórmula, quien camine por ella, todo mal en el mundo (Jab. 1,14) "no le gobernará" ("ló moshél bó"), porque él sabe que en verdad todo es bueno, y en toda situación y bajo toda condición, cumple con inocencia lo dicho (Tehilim 37,5) "revela sobre Hashém tu camino" ("gól 'al Hashém darkéja"), y apoyándose en la seguridad plena que emana de sus dichos, (Tehilim 31,8) "celebraré y me alegraré" ("Aguílah veEsmejáh") en tu salvación, en la bendición que he merecido u obtenido, sea oculta y misteriosa o revelada y evidente, con la continuidad y consecuencia de la alegría jasídica, digna de Jésed proactivo.
En la cualidad de Nétsaj (victoria, eternidad) del Jésed, el mundo de la piedad camina desde la preparación espiritual-emocional hacia la realización, por medio de un arte que se sirve de las herramientas hábiles para incidir en este mundo. Por tanto, la bendición que recibe Avrahám, paradigma de la cualidad del Jésed, en el Nétsaj de sí, se expresa en términos de orden: "y sé brajáh" ("veheiéh brajáh" = 253); porque aún si (Ez. 7,11) "el robo-injusticia se levanta" ("hajamás kám") contra mí, me hallará (Crón.1 12,18) "sin robo-injusticia en mis manos" ("beló jamás bekapái"), hallando siempre alivio (Reyes1 8,22) "ante el altar de Hashém" ("lifnéi mizbéaj Hashém"), depositando a la cuenta del firmamento (Shemot-Ex. 28,25) "frente al rostro" ("El múl panáv") del enemigo y el opresor y el feudal y el perseguidor, porque los apegados al Jésed anhelarán con todo lo suyo inclinar al mundo hacia el bien, (Is. 13,17) "y el oro, no tendrán deseo de él" ("vezaháv ló iajpetsú bó", y sabrán que (Ester 1,19) "si al rey es bien" ("Im 'al hamélej tóv") -a partir de los actos del hombre, como dice en Tehilim 68,35: dad fuerza a E-lokim), será bueno para la congregación y lo más bueno de por sí al individuo que atraiga redención al mundo.
En el próximo verso, bendecirá el Creador a Avrahám y su descendencia con las tres bendiciones que enmiendan el Hod y el Iesód del Jésed, como dice: y bendeciré a quienes te bendicen, y a quienes te maldicen maldeciré, y entonces en la Maljút, en la realización de la visión: y se bendecirán en tí todas las familias de la tierra; concientes y no concientes, los que se ven a tus ojos como justos benditos y los que se ven como maldados, todos ellos son benditos como uno en unión perfecta, para arribar en un conjunto compacto a la redención anhelada, a abrir alas y abrirse bajo las alas tuyas, para realizar la visión del shalóm que sustenta la finalidad de la creación toda.


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