יום שישי, 18 בספטמבר 2015

Vaiélej, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

Vaiélej, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana. Devarim-Deut. 31,28: "Congregad a mí a todos los ancianos-sabios de vuestras tribus y vuestros policías, y hablaré en sus oídos (a) estas palabras, y traeré en testimonio sobre ellos al firmamento y a la tierra".
Todo el pueblo está ordenado y advertido en la Toráh, todos oyeron y la estudiaron de boca de Moshéh. Y aún, exige Moshéh congregar a todos los ancianos (que son el poder judicial; y aún el legislativo, en términos de que fijan y redactan la halajáh-norma para la traducción de las mitsvót en acción concreta), y a los policías (que representan al poder ejecutivo), para enseñarles la Toráh en el nivel correspondiente a sus cargos, y conjurarles ante los cielos de la tierra a cumplir en plenitud sus enseñanzas. Congregad a mí a "todos los ancianos de vuestras tribus y vuestros policías" ("kól ziknéi shivteijém veshotreijém" = 1183), y aprenderán cómo conducir al pueblo que repartirá entre sus tribus (Bereshit-Gen. 26,4) "a todas las tierras éstas" ("Et kol haAratsót haEl"), y el cuidado de la tierra misma y de su condición sagrada está depositado en sus manos, que ni por pecados y profanaciones ni por apetito de riqueza, nunca Israel (Bereshit-Gen. 47,22) "no vendieron su tierra" ("ló majrú Et Admatám").
Si todo el pueblo está comprometido al cumplimiento de la Toráh, cuánto más quienes habrán de encabezarlo y liderarlo, que representarán ejemplo y guardia sobre la vida de sacralidad en la tierra sagrada. Por tanto, una de las pruebas que demostrará la aptitud para el liderazo del pueblo, es el no apoyarse en sí mismo ni basar opinión que hace al destino de todos en su propia razón, sino que ante toda determinación y en general cada día, elevar al Creador su pedido [Tehilim 119,33]: "enséñame Hashém el camino de Tus leyes, y formaré de ellos mi talón" (y alumbra aquí el Metsudát David: cuidaré tu ley hasta el final de mis días sin interrupción). Todo ésto, antes de que alguien puede ser candidato a un cargo público cualquiera.
Traedlos a mí, "y hablaré en sus oídos (a) estas palabras" ("vaAdabráh beOzneihém Et hadvarím haEleh" = 1036), y seguro va a repasar con ellos el inicio de lo que hoy se termina, cuando (Shemot-Ex. 3,4) "y le Llamó E-lokím desde dentro de la zarza" ("vaikrá Eláv E-lokím mitój hasnéh"), porque se dijo Hashém sacarlos de Mitsráim (Jer. 23,4) "y erigiré sobre ellos pastores" ("vehakimóti 'aleihém ro'ím") que traigan a Israel por caminos de shalóm (Jue. 17,8) "a hacer su camino" ("la'asót darkó"). Y sólo quien se apiade de las creaturas y desee su shalóm, aquél que (Prov. 28,27) "da al pobre", sólo quien se apega a las cualidades del Creador hasta (Crón.2 2,11) "que construirá una morada para Hashém", un templo, en su corazón, y que cumpla las palabras sagradas de la boca de lo Alto (Cantar 8,6) "ponme por sello sobre tu corazón" ("siméni kajotám 'al libéja"), él será digno de una posición de responsabilidad colectiva, de una posición de liderazgo; aún así, (Mal. 2,15) "y os cuidaréis" ("venishmartém") siempre, no vayáis a traicionar a quien deposita en vuestras manos algo por cuya suerte deberéis responder.
Moshéh viene a conjurar a quienes gobiernan, y toma a los cielos y a la tierra, a la creación entera que responde a la influencia de Israel, en carácter de testigos. "Y traeré en testimonio sobre ellos al firmamento y a la tierra" ("veA'ídah bám Et hashamáim veEt haArets" = 1637): Moshéh condujo a la primera generación de la nación de Israel, en cuerpo presente; escribió la Toráh de boca de Hashém, y creó antecedentes claros y precisos para la determinación del modo en que se llevará la Toráh a la acción en toda ocasión y circunstancia. La Toráh de Moshéh es su legado para todas las generaciones de Israel, y por tanto, viene él a exigir de todos quienes lideren alguna vez a Israel, conducirse de acuerdo a su Toráh como antes se condujeron de acuerdo a su palabra. [Shemot-Ex. 4,16] "Y hablará él para tí al pueblo, y será que él te será de boca, y tú le serás de Amo". Tal como hace cuarenta años Aharón sirvió de boca a Moshéh, a partir de ahora, las cabezas del pueblo son ordenados en tanto boca y mano de su Toráh. Así, a través de la orden de justicia y juicio justo para todas las generaciones, él (Reyes2 15,35) "construyó la puerta de la casa de Hashém, la superior" ("banáh Et shá'ar beit Hashém ha'elión"), en tanto que la inferior fue puesta en nuestras manos la misión de construirla.
A la postre, "congregad a mí a todos los ancianos-sabios de vuestras tribus y vuestros policías, y hablaré en sus oídos (a) estas palabras, y traeré en testimonio sobre ellos al firmamento y a la tierra" -nuestro verso entero con valor 4454-, alude a que sabios jueces y ejecutores de la ley tienen la misión singular y privilegiada de traer a Israel a incidir con bien en el mundo, hasta el momento en que dirá Hashém: [Mal. 1,11] "pues desde la naciente del sol hasta donde se pone, grande es Mi Nombre entre los pueblos, y en todo lugar en que se ofrenda (sacrificios o incienso de culto), es servido a Mi Nombre, y la ofrenda es pura, porque grande es Mi Nombre en los pueblos, palabra de Hashém TsebaO-t". Y será shalóm.


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