יום שישי, 11 בספטמבר 2015

Nitsavím, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

Nitsavím, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana. Devarim-Deut. 30,19: "Atraigo a testimonio sobre vosotros hoy, al firmamento y a la tierra: la vida y la muerte di ante tí, la bendición y la maldición. Y elegirás la vida, para que vivas tú y tu descendencia".
Es como viajando sobre una ruta que sube una montaña, y la ruta es angosta, y ante tí el camino y a su lado el abismo; y tú al volante,  debes conducir con gran cuidado: elegir a cada momento, concientemente, la bendición y la vida; porque si sólo por un instante deja de estar la conciencia del peligro (la irAh que salva) presente en tu corazón, te distraerás -no lo quiera Hashém-, y te arrumbarás hacia el opuesto de la bendición y la vida en lo profundo del abismo.
Todo el pueblo de Israel forma ante Moshéh, que viene a prepararlos para el momento de la despedida, y para cuanto le desafiará tras ella.
La elección es toda tuya, y sus consecuencias son inevitables; aunque lo malo de ellas podrás cambiarlo por vía de teshuváh sincera y acciones de las que expían. Nuestro verso completo tiene valor 6107, que le convierte en advertencia implacable: dentro de tí, hombre o pueblo, están los enemigos de tu singularidad, [Jer. 42,17] "y serán todos los hombres que pusieron sus rostros rumbo (a venir) a Mitsráim a vivir allí, morirán por la espada por el hambre y por la peste, y no habrá de ellos sobreviviente ni fugitivo, por el mal que Yo traigo sobre ellos". Quienes eligieron desde su miedo u apetito en sustitución de la verdad, producen a sí mismos el mal hasta que se acaban (y su mal se extiende hasta donde inciden, de uno a otro extremo del mundo); y aún así, dicho mal será ejercido y suscripto por el Creador mismo, que lo activará en presente; para enseñarte el fundamento poderoso de la supervisión individual permanente del Creador sobre todas sus creaturas, y dentro de ella, Su voluntad inquebrantable de justicia. En tus caminos en la vida, antes aún de que te desafíe toda encrucijada, para que seas habilitado a decidir desde una conciencia rectificada, "la vida y la muerte di ante tí, la bendición y la maldición" ("hajaím vehamávet natáti lefanéja, habrajáh vehaklaláh" = 1988): (Jos. 23,6) "Y os reforzaréis mucho en cuidar y hacer" todas las palabras de la Toráh, que despiertan al entendimiento que conduce y atribuye sentido a lo que lo que los sentidos físicos perciben. Así, "la vida y la muerte di ante tí" ("hajaím vehamávet natáti lefanéja" = 1580) significa que todo hombre libre es responsable por sus elecciones, y es juzgado aún por todo pensamiento y palabra, (Bamidbar-Num. 5,7) "y devolverá su culpa sobre su cabeza" ("veheshív Et Ashamó beroShó"): que su culpa volverá sobre sí, simétricamente, medida por medida para expiar por él, y sólo después de que su profanación sea expiada, la oscuridad que él atrajo al mundo se aclarará, (Jos 6,20) "y tocarán en los shofarót-cuernos" ("vaitke'ú bashofarót"), (Sam.2 24,25) "y se frenará la peste de sobre Israel" ("vate'atsár hamaguefáh me'al israEl") por completo (y ésto explica cuán importante es personalmente, para cada quien, despertar teshuváh en quienes le rodean). Y del mismo modo, también están ante tí "la bendición y la maldición" ("habrajáh vehaklaláh" = 408), juntas para que tú puedas distinguir entre ellas con entendimiento recto, discriminar minuciosamente para que la bendición en puridad te traiga a endulzar la maldición e incluirla en vidas por las que todos eleven su voz en canto [Tehilim 118,1 y otras 3 veces] "Agradeced a Hashém que Bueno, pues para el mundo-eternidad su Piedad", y oirán (Sam.1 15,1) "a la voz de las palabras de Hashém" ("lekól divréi Hashém") que (Jer. 10,10) "es E-lokím vivo y rey del mundo" ("hú E-lokím jaím umélej 'olám"), y todos (Tehilim 99,6) "llaman a Hashém" ("korIm El Hashém"), que les responderá.
Y cuando todo ello esté claro instalado en tu conciencia, "y elegirás la vida, para que vivas tú y tu descendencia" ("ubajárta bajaím, lemá'an tijiéh Atáh vezar'éja" = 2008), puesto que todos, tú y todos los que vienen tras de tí, sois de los (Amos 3,1) "que elevé de la tierra de Mitsráim para decir" ("Ashér he'eléiti miErets mitsráim leEmór") que aprendáis el camino (Crón.2 29,24) "para expiar por todo Israel, porque a todo Israel dijo-habló el rey" ("lejapér 'al kol israEl ki lekol israEl Amár hamélej"). Sobre "todo Israel" ("kol israEl" = 591), (Bereshit-Gen. 42,34) "pues sinceros sois" ("ki kením Atém"); para subrayar que sólo el pueblo de Israel completo y unido recibirá de modo pleno su pretensión de (Bereshít-Gen. 47,4) "a morar en la tierra hemos venido" ("lagúr baArets báNu") y no una parte del pueblo ni el pueblo cuando está dividido por la injusticia y el engaño; todo Israel que se ajustan a la orden de (Shemot-Ex. 22,27) "no maldecirás" ("ló tekalél") porque todo lo tomarás para bien, y que sólo en su plenitud podrá (Reyes2 11,17) "advenir a un pueblo" ("lihiót le'ám") consistente y ser redimido, en tanto colectivo, la redención de cada una de sus partes sujeta está a la de él. "Y elegirás la vida, para que vivas tú y tu descendencia" ("uvajárta bajaím lemá'an tijiéh Atáh uzar'éja" = 2008), y comprenderás desde la felicidad y el shalóm [Tehilim 66,10] "que nos sometió a prueba E-lokím, nos purificó como se purifica la plata", y reconocerás que [Tehilim 41,12] "por ésto supe que me querías: porque no tocará trompetas (de guerra) mi enemigo sobre mí", porque a tu través pende la bendición sobre el mundo de modo sensible y revelado, y malvados ya no hay.

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