יום שני, 7 בספטמבר 2015

Nitsavím, aliah de martes, tifEret en la semana

Nitsavím, aliah de martes, tifEret en la semana. Devarim-Deut. 29,28: "Las (razones) ocultas para Hashém nuestro E-lokím, y las reveladas para nosotros y nuestros hijos por siempre, para hacer todos los dichos de la Toráh ésta".
Porque los pensamientos de Hashém no son como los pensamientos del hombre, y no alcanzará la mente del hombre a los pensamientos de Hashém. Y no sólo eso, sino que el Creador ve todo el tiempo y todo el lugar y toda mente y alma, y la vista del hombre está limitada a la exterioridad de lo que le rodea. 
Por consiguiente, no nos asombrará que "las ocultas para Hashém nuestro E-lokím" ("hanistarót laHashém E-lokéinu" = 1273), y para nosotros, a su respecto, el enigma y el asombro (Bereshit-Gen. 12,8): "¿qué es ésto que me hiciste?" ("máh zóT 'asíta lí"), o (Jue. 2,2) "¿qué es lo que habéis hecho?" ("máh zóT 'asitém"); porque muchas cosas están fuera del contexto referencial en (Sam.1 16,7) "que verá el hombre; porque el hombre verá por medio de los ojos" ("Ashér irEh haAdám ki haAdám irEh la'eináim") y Hashém revisa riñones y corazón. Y muchas otras preguntas sin respuesta quedarán para nosotros (y la aceptación de su inasibilidad es también parte de nuestro tikún-enmienda propio), (Reyes1 8,5) "que no se contarán ni se listarán, de tantas" ("Ashér ló isaprú veló imanú meróv") que son; porque la mente y la conciencia del hombre no pueden, en el momento de aflicción, hallar explicación (Job 2,11) "a todo el mal éste que viene sobre él" ("Et kol hara'áh hazóT habaAh 'aláv"), o a (Ec. 8,9) "que gobierna el hombre sobre el hombre para hacerle mal" ("Ashér shalát haAdám baAdám lerá' ló"); y recién tras que completarás tu oportunidad ésta (Daniel 12,13) "y descansarás, y te pararás a tu destino" ("tanúaj veta'amód legoraljá") en el futuro porvenir, estarán las respuestas a nuestro alcance, para comprender hasta qué punto todo fue solamente para bien nuestro todos los días. 
Y Hashém nos dio ojos para ver, e inteligencia y entendimiento para comprender, "y las reveladas para nosotros y nuestros hijos por siempre" ("vehaniglót lánu ulvanéinu 'ad 'olám" = 954), porque [Lam. 3,39] "¿de qué se quejará un hombre vivo? el hombre, (apuntará) a sus pecados", y frente a toda pena sólo a sus propios hechos interrogará, porque más allá de ellos no verá. Y comprenderá el hombre la importancia y grandeza de la solidaridad recíproca entre cada quien y su prójimo, (Bereshit-Gen. 12,13) "y vivirá mi alma por tí", en términos de que yo soy yo porque tú eres tú y viceversa. Y se asegurará de estar perfectamente a la altura del desafío sagrado, (Shemot-Ex. 38,1) "y hará el altar de la 'oláh" ("vaiá'as Et mizbáj ha'oláh", siendo 'oláh el sacrificio que se ofrece entero y se quema por completo sobre el altar, sin que nadie obtenga provecho u beneficio de su carne, entrañas, cuero, etc.), para ofrecer en él todos sus caminos como ofrenda íntegra a Hashém, y entonces, simétricamente, cuando el hombre pena le despertará Hashém (Bereshit-Gen. 27,45) "y te Tomaré de allí" ("ulekajtíja mishám"), y a cada quien en su tiempo (Bamidbar-Num. 26,54) "le será entregada su parcela" ("iután najalató"), y si rectificare su camino será bendito (Is. 2,7) "y se llenará su tierra de plata y oro" ("vatimalé Artsó késef vezaháv"), porque estará asentado (Zac. 2,16) "sobre la tierra sagrada" ("'al Admát hakódesh") para cuidarla y hacer crecer desde ella la gueUláh para el mundo. Y en la cúspide de las razones reveladas, (Tehilim 18,15) "júbilo y salvación en las tiendas de los tsadikím-justos" ("rináh veishu'áh beOhaléi tsadikím"), ya porque todo les resulta bien de modo revelado y visible, o porque sabe el tsadík que las razones ocultas son de Hashém, y tiene fe y se siente seguro, y entonces vive con felicidad cada día; y no hay redención más grande que esa, que surge de la conexión íntima del corazón del hombre con su Creador. 
Y es bueno recordar siempre que la finalidad de todo el conocimiento y el estudio y la comprensión, es que hagamos "(a) todos los dichos de la Torah ésta" ("Et kol divréi hatoráh hazóT" = 1696), y así de verdad, en un nivel mucho más elevado y claro que el del entendimiento del intelecto, [Prov. 2,10] "cuando vendrá sabiduría en tu corazón, y el conocimiento a tu alma agradará". ¿Y cómo sabremos tomar sobre nosotros de corazón el hacer con amor "todos los dichos de la Toráh ésta" ("kol divréi hatoráh hazóT" = 1295)? Será que, en meditación con el Creador al inicio de cada jornada, aún antes de la plegaria, atenderemos a las palabras del profeta (Is. 40,26): "Elevad a lo Alto vuestros ojos, y ved Quién creó éstos" ("seU maróm 'eineijém ureU mí bará Eleh"), y la dulzura de la humildad nos habilitará a orar y agradecer y pedir; y Tú Hashém, (Crón.2 6,25) "Atenderás desde el firmamento" ("tishmá' min hashamáim").

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