יום רביעי, 9 בספטמבר 2015

Nitsavím, aliah de jueves, Hod en la semana

Nitsavím, aliah de jueves, Hod en la semana. Devarim-Deut. 30,8: "Y tú retornarás, y atenderás a la voz de Hashém, y harás (a) todos Sus preceptos que yo te ordeno hoy". Y ésto, explícitamente, será la llave de tu redención, la apertura de camino para la seguridad y el shalóm en tu tierra, en tu reino. 
Porque acredita maravillas la teshuváh verdadera (reflexión introspectiva, asunción de la respuesta, arrepentimiento, rectificación activa de tus caminos), esa que se expande desde el corazón del hombre a sus entrañas, a sus manos y sus pies, a sus herramientas de labor. "Y tú retornarás, y atenderás a la voz de Hashém" ("veAtáh tashúv veshamá'ta bekól Hashém" = 2100), y te volverás de pronto leve y verás y agradecerás que [Tehilim 85,3] "Eximiste el delito de Tu pueblo, cubriste todo su pecado por completo"; y te fue concedida la oportunidad de enmendar otra vez y endulzar tu vida hacia delante y hacia trás. Pues "y tú retornarás" ("veAtáh tashúv" = 1120) se manifiesta en que nos ponemos de pie y consagramos nuestro tiempo (Tehilim 95,6) "y reverenciaremos y nos postraremos" ("venishtajavéh venijrá'ah"), y pediremos un lugar de libertad, una casa desde la que elevarnos en ofrenda, y ocurrirá que (Nej. 3,15) "él lo construirá y erigirá sus puertas" ("hú ivnénu veia'amíd daltotáv"), y a los ojos de todos habrá (Ester 8,17) "alegría y júbilo para los judíos".
Si has retornado (que es decir que te propusiste también volver a retornar cada día) en teshuváh verdadera y completa, verás que no basta con ello para tu enmienda, sino que en lo sucesivo "y atenderás a la voz de Hashém" ("veshamá'ta bekól Hashém" = 980); y provisto que ni todas tus faltas ni aún las variaciones de tu sino (Cantar 8,7) "no podrán apagar el amor" ("ló iujlú lejabót Et haAhaváh"), (Crón.1 22,2) "aún te dará Hashém inteligencia y entendimiento" ("Aj itén lejá Hashém séjel ubináh") para comprender que la redención colectiva precede a la individual, y aún las manos izadas de Moshéh no habrían bastado para obtener la victoria contra Amalék si no hubiera sido que (Shemot-Ex. 17,12) "y Aharón y Jur sostuvieron sus manos" ("veAharon vejúr tamjú beiadáv"), y entonces las manos de Moshéh fueron Emunáh, fueron pura y potente expresión de fe.
Desde el camino de teshuváh con entendimiento, "y harás (a) todos Sus preceptos que yo te ordeno hoy" ("ve'asíta Et kol mitsvotáv Ashér Anojí metsavjá haióm" = 2588), (Shemot-Ex. 31,16) "para hacer al shabát para sus generaciones-descendencia" ("la'asót Et hashabát ledorotám"), porque el shabát es el acto de fe más elevado, porción de tu mundo porvenir en el mundo éste, y su realización es la esencia de tu legado a tus hijos y nietos en este mundo. Porque "todas Sus mitsvót que yo te ordeno hoy" ("kol mitsvotáv Ashér Anojí metsavjá haióm" = 1401) se refiere justamente (Jer. 17,24) "a no hacer en ella ninguna labor" ("lebiltí 'asót báh kól melaJáh") puesto que para ello (Bereshit-Gen. 9,3) "os Di todo" ("natáti lajém Et kól"): Hashém es mi pastor; no me faltará. Y son todas grandes luces de Jésed, de amor y de piedad y de bondad, las mitsvót "que yo te ordeno hoy" ("Ashér Anojí metsavjá haióm" = 799), para revelarte el camino en que vivirán siempre (Crón.2 20,27) "con alegría, porque los alegró Hashém" ("besimjáh ki simjám Hashém").


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