יום ראשון, 9 באוגוסט 2015

reEh, aliah de lunes, Guevurah en la semana

reEh, aliah de lunes, Guevurah en la semana. Devarim-Deut. 12,19: "Cuídate, no sea que abandones al Leví, todos tus días sobre tu tierra".
Nuestro verso acude a advertirnos acerca de una mitsváh-precepto de abstención, no sea que olvidemos nuestra responsabilidad por el sustento de los levitas, de los servidores de lo sagrado, que no poseen tierra que cultivar; que no realizan actividades profanas para su sustento porque precisamente sirven para tí en la labor sagrada. Rabi Iaakóv Báal Hatúrim se refiere a la peculiaridad de que el verso siguiente a éste habla de una situación en que Hashém ensancha las fronteras de Israel, y la explica en los términos de Proverbios 18,16: la dadivosidad del hombre ensanchará para él -hasta aquí la cita-: que si das con buen ojo a los servidores de lo sagrado y a los menesterosos, no sólo no perderás, sino que tu heredad se ampliará y tu sustento abundará. Esta solidaridad funcional representa una piedra fundamental para la vida que has de construir en tu tierra: "Cuídate, no sea que abandones al Leví, todos tus días sobre tu tierra" -nuestro verso entero, con valor 2351-, como está escrito explícitamente (Devarim-Deut. 27,4): "eregiréis las piedras esas que yo ordeno a vosotros hoy" ("takímu Et aAvaním haEleh Ashér Anojí metsavéh Etjém haióm"), piedras-fundamentos morales para que nos sea bien, y vivamos con shalóm y seguridad en nuestra tierra.
No sólo que sostener económicamente al leví es una herramienta de bendición en tus manos, sino que la orden dicta que te prevengas de abandonarlo por toda razón que sea. Puesto que en caso de que "abandones al Leví" ("ta'azóv Et haleví" = 931) que (Sam.1 17,45) "viene a tí en nombre de Hashém de los Ejércitos" ("bá Eléja beshém Hashém tsebakót"), y olvides que justo él, al servicio de lo sagrado, (Reyes1 20,31) "acaso vivificará a tu alma" ("Ulái iejaiéh Et nafshejá") en su oficio de expiación con tal de que sólo cuides la posición de (Devarim-Deut. 17,20) "él y sus hijos en el seno de Israel" ("hú ubanáv bekérev israEl"), entonces el "trabajo del Templo" ("'avodát hamikdásh") mismo se verá comprometido y debilitado (al modo en que explica Rambá"m en Halajót de las herramientas del Mikdásh y de los que trabajan en él, cap.1: y es mitsváh-precepto de acción que sean los levitas dispuestos y listos al trabajo del templo -hasta aquí la cita- siempre; y la misión se reparte entre los levitas que tienen que aceptarla y todos los demás, que deben sostener al levita para viabilizar su misión), porque no se abren las puertas del firmamento a la labor del Templo si la estructura y relación social en la tierra está corrupta (de hecho, ¡por causa del odio gratuito fue destruido el mikdásh!), y se entenderá ante el Creador cual si (Vaikra-Lev. 26,23) "y anduvisteis conMigo (en régimen de) casualidad" ("vehalájtem 'imí kéri"), como si todo ocurriese casualmente y no hubiera -sálvenos Hashém- ni juicio ni juez para las acciones del hombre. Sólo recuerda siempre que fueron sometidos a servidumbre vil tus ancestros hasta que provocó Hashém (Devarim-Deut. 16,6) "tu salida de Mitsráim" ("tseTjá mimitsráim"), tuya mismo, con portentos y señales; y (Tehilim 110,7) "por tanto elevará la cabeza" ("'al kén iarím rósh") el hombre, con pudor y buen corazón siempre. Entonces, (Tehilim 95,8) "no endurezcáis vuestros corazones" ("Al takshú lebavjém") para hallar excusas que te liberen de compartir la bendición que puso Hashém en tus manos; y cuando te conduzcas con solidaridad plena respecto de tu prójimo en general y del levita y el menesteroso en particular, (Is. 58,14) "entonces te deleitarás" ("Az tit'anág") sobre Hashém todos los días.
Una clave asombrosa en su esplendor, se oculta en nuestro verso tras bambalinas. Cuando queremos atisbar al sentido profundo de un escrito, uno de los caminos de que disponemos es calcular valores numéricos en "milúi", rellenando como si fuera las letras con sus nombres completos. Pongamos por caso: la letra dalet tiene valor 4, pero su nombre completo, en milúi, es dalet-lamed-tav, que vale 434. Y cuando aplicamos a un texto este sistema, nos queda siempre una parte expuesta y revelada, la letra inicial del nombre de la letra -en nuestro caso, la dalet misma-, y una parte oculta, que es el resto de su nombre: lamed-tav. 
Maravillas de la sagrada Torah: todas las letras que componen a la expresión "abandones al leví" (es posible ver su detalle en la versión hebrea de esta meditación), en su milúi sencillo, resultan 1644. Si le restamos las letras reveladas, que totalizan como hemos visto 931, nos queda el valor 713 de la palabra "teshuváh" (y al decir de la mishnáh Avót 5,16: todo el que hace pecar-errar a los muchos -al colectivo-, no se da en sus manos -no se le da la opción de- hacer teshuváh): de la teshuváh completa en que retorna al bien (al decir de rabi Shimon en la mishnáh Avót 2,12) "quien ve lo que nace-adviene" ("haroEh Et hanolád"), y enmienda entonces sus caminos con sabiduría y coraje.
Y la teshuváh (el arrepentimiento, y voluntad proactiva de rectificación) tiene por objeto hacerte bien a tí, abrir tu corazón y tu mano con amor "todos tus días sobre tu tierra" ("kol iaméja 'al Admatéja" = 695), y entonces con justicia elevarás tu alabanza (Tehilim 108,1) "a Tí, Hashém, te llamaré mi Roca" ("Eléja Hashém Ekrá tsurí", mi punto fijo, mi protección de todo mal), y se cumplirán en tí todas las bendiciones buenas, (Tehilim 108,5) "pues grande, por encima de firmamento, es Tu piedad-amor" ("ki gadól 'al shamáim jasdeja"), para atraer gueUláh-redención a quienes traen gueUláh en cuanto alcanzan sus manos a alguien más.


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