יום שני, 27 ביולי 2015

vaEtjanán, aliah del martes, tifEret en la semana

vaEtjanán, aliah del martes, tifEret en la semana. Devarim-Deut. 4,44: "Y ésta (es) la Toráh que puso Moshéh ante los hijos de israEl".
"Y ésta" ("vezóT" = 414), señala a la "luz del infinito" ("Or Einsóf", en palabras del Aríza"l), fuente de la Toráh que Moshéh atrajo hacia nosotros, al mundo del límite y la medida. "La Toráh" ("hatoráh" = 616), enseña que nuestro aferrarnos a ella tiene por objetivo que [Tehilim 108,4] "te agradeceré en los pueblos, Hashém, y Te cantaré en las naciones", para incidir con bien en el mundo y guiarlo hacia su enmienda.
La Toráh de E-lokím guarda en sí potencias enormes; y de acuerdo al tamaño del receptor, el tamaño de la luz que absorberá. "Y ésta es la Toráh que puso Moshéh ante los hijos de israEl" -nuestro verso entero, con valor 2989-, indica que la Toráh que extendió Moshéh ante nosotros tiene por propósito (Is. 42,7) "despertar ojos ciegos, sacar del encierro al preso, de la cárcel a los pobladores de tiniebla" ("lefakéaj 'eináim 'ivrót, lehotsí mimasguér Asír, mebéit kéle ioshvéi jóshej"), porque ella es el testimonio del Creador (Ez. 39,29) "que Derramé Mi espíritu sobre la casa de Israel" ("Ashér shafájti Et rují 'al beit israEl"), para que iluminen toda la creación con sus acciones.
"Y ésta es la Toráh" ("vezóT hatoráh" = 1030), [Tehilim 136,22] "heredad para israEl Su siervo, pues para todo el mundo (para siempre) Su Jésed", heredad para israEl todo tiempo que israEl la sirve, y sobre ella está escrito: [Cantar 4,7] "toda tú bella, mi amada, y falla no hay en tí", brillante en su completitud. Nos ordenó el Creador hacerLe un Mishkán-morada para que El resida dentro nuestro, y la Toráh viene a brindarnos las instrucciones, las herramientas y la conexión para edificar (Bamidbar-Num. 4,7) "todo el Mishkán, y todo lo que en él" ("kól hamishkán vejól Ashér bó") por caminos maravillosos. Y fuimos advertidos acerca de que todo debemos recibirlo con amor, desde la certeza de que (Prov. 3,12) "a quien Ame Hashém, le someterá a pruebas" ("ki Et Ashér ieEháv Hashém iojíaj"), y de que debemos conducirnos con pudor, al decir de rabi Itsják: (guemará Baba Metsía 42a) "No está presente la bendición sino en lo oculto a la vista (al ojo)" ("Ein habrajáh metsuiáh Ela badavár hasamúi min ha'áin").
A la Toráh ésta la puso Moshéh "ante los hijos de israEl" ("lifnéi bnéi israEl" = 773), (Sam.1 25,28) "porque las guerras de Hashém, E-lokim libra" ("ki miljamót iod-he-vav-he Alef-dalet-nun-iod niljám"); son dos nombres divinos en el pasúk: las guerras son de Hashém (el nombre superior), son guerras de lo Alto; y entonces el nombre de la sefiráh de Maljút, del mundo de la acción, que las despliega sobre la tierra. Por este camino, que le asegura el mérito necesario para recibir esta Torah, conduce israEl su victoria en la guerra: batallar únicamente al servicio de lo Alto, para elevar y consagrar, para enmendar y hacer shalóm sobre las faces de la tierra.




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