יום ראשון, 12 ביולי 2015

Matót, aliah del lunes, Guevurah en la semana

Matót, aliah del lunes, Guevurah en la semana. Bamidbar-Num. 31,2: "Venga la venganza de los hijos de Israel de parte de los de Midián, y luego te recogerás a tus pueblos" ("teAsef El 'ameja", "te recogerás a tus pueblos", es utilizado en la Torah para expresar que alguien va a abandonar este mundo para reunirse con sus ancestros en el mundo superior).
Moshéh recibe de Hashém la última misión que le tocará sobre la tierra: debe vengar a los hijos de Israel por la maldad que le infligieron los Midianím, que pretendieron matarlos, y que siguiendo el consejo de Bil'ám lograron tentarlos con promiscuidad y ensuciarlos de idolatría, y ello causó gran daño a Israel.
Moshéh, el líder, es un "alma colectiva" que incluye a las almas de todo el pueblo de Israel. Por consiguiente, él es castigado por causa de ellos (o condenado a expiar por ellos), y no ingresará a la tierra anhelada. El líder, el rey, es siempre un alma colectiva: a su través recibe el pueblo suerte y orden y sustento, y de ellos se sustenta él, y a ellos juzga. Por consiguiente, en nuestro caso, "de los de Midián" ("meEt hamidianím" = 600), se especifica en términos de que tome venganza (Jueces 11,25) "de Balák ben Tsipór" ("mibalák ben tsipór"), su rey. La venganza es de Israel, y la misión de realizarla es encomendada por Hashém contra un colectivo (Isaías 51,20) "llenos de furia de Hashém" ("hamleIm jamát Hashém"), que serán juzgados por medios llamados (Prov. 8,6) "rectificaciones" ("meisharím"), que lo son para el mundo. Hashém encomienda a Moshéh vengar la venganza de Israel en los midianím; mas también es posible argumentar que no tiene Israel nada que vengar, puesto que ellos mismos se tomaron de la carnada y profanaron la Ley de Hashém. Por tanto, la venganza por la maldad de Midián que halla expresión en su intento de derrumbar a Israel, es realmente sentencia de Hashém más que venganza de Israel, y entenderemos en seguida por qué es imprescindible para la supervivencia de Israel y su misión.
Sólo resta a Moshéh vengar la venganza de Israel sobre Midián, "luego te recogerás a tus pueblos" ("Ajár teAséf El 'améja" = 921), y ya no conducirás la próxima etapa de la historia: (Bamidbar 10,9) "y cuando vengáis a la guerra en vuestra tierra"; porque él se recogerá justamente "a tus pueblos" ("El 'améja" = 171), (Ezeq. 44,4 y otros) "a Mis faces" ("El panái"), hacia las faces de Hashém. 
Tres expiaciones requiere la profanación en que se prostituyó Israel: la peste que cundió en el pueblo y causó gran mortandad, la venganza sobre Midián para eliminar su extremo de maldad en el mundo (que de otro modo, no sería pasible de tikún-enmienda), y la falta de mérito del pueblo para que Moshéh pueda conducirles en el ingreso a la tierra, pues con la vida física de su alma colectiva expiará por las vidas de todo su pueblo. Y aún así, le anunciará Hashém que "El panái", hasta lo más alto llegarás en el mundo superior por mérito de tu vida. Toda corrupción tiene influencia y requiere enmienda hacia dentro, hacia fuera y hacia lo Alto; y Mosheh es quien inspira y da fuerza a la condición de mashíaj en cada generación.

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