יום שני, 13 ביולי 2015

Masaéi, aliah de miércoles, Netsaj en la semana

Masaéi, aliah de miércoles, Netsaj en la semana. Bamidbar-Num. 34,17: "Estos son los nombres de los hombres que heredarán para vosotros (a) la tierra: Elazár el Cohen y Iehoshúa bin-Nun".
"Estos son los nombres de los hombres" ("Eleh shmót haAnashím" = 1188): [Vaikra-Lev. 11,1 13,1 14,33 15,1 - Bamidbar-Num. 2,1 4,1 4,17 14,26 16,20 19,1] "Y hablará Hashém a Moshéh y a Aharón para decir". Y es maravilloso. Porque nuestro verso trata de Elazár, hijo y continuador de Aharón el Cohen, y de Iehoshúa, el continuador de Mosheh, aquél de quien se dice que es como la luna pues refleja la luz de Moshéh, que es como el sol. Otro fundamento importante relacionado al liderazgo en Israel, al liderazgo que Israel debe iluminar para el mundo: un verdadero líder, servidor público que hace de puente entre lo Uno y lo múltiple, es iniciado y ordenado por su antecesor, recibe de él, aprende de él, porque en cada generación por siempre le toca atraer sobre sí lo que habló Hashém a Moshéh y a Aharón para decir-hacer; en cada generación, iluminarlo y traducirlo. Siendo que las leyes necesarias e inmutables para regir una sociedad o un país con justicia están detalladas desde el inicio en la sagrada Toráh, y son visibles en las manifestaciones del Creador (asemejarnos a cuyas cualidades es nuestro oficio sagrado), el rey, el Cohen-sacerdote y el líder judío no es sino un conducto del Reinado superior sobre la tierra, un conducto que se conecta al conducto que le antecede, para prolongar el fluido de vitalidad al mundo. 
El rey, el sumo sacerdote, son ellos mismos almas "colectivas", que es como si incluyesen a las almas de todos quienes están bajo su égida (en realidad todos, cada quien, "incluye", da contención en su alma, a las almas de aquéllos en quienes influye de cualquier modo). Por tanto, su influencia en el pueblo no es como si fuera una luz que sale de un cuerpo para iluminar otros cuerpos, externos a aquél de que partió; sino justamente como una luz que cava hacia dentro de sí para alentar y alimentar con su influjo a sus partes autoconcientes y a las partes de sus partes y así hasta llegar al nivel de la última partícula, onda, cuerda, a través de conductos apodados en la Toráh ministros de miles y ministros de cientos y ministros de decenas. En nuestro caso, se trata de los presidentes de las tribus.
Dicho ésto, podremos comprender lo que está escrito: éstos son los nombres de los hombres que "heredarán para vosotros" ("injalú lajém") la tierra. No está escrito que les legarán, ni que os darán en heredad; sino que heredarán, ellos, para vosotros. Como explica Rash"i: "que ellos reciben la heredad para vosotros, en lugar vuestro", en representación de todos vosotros. Que ellos son representantes y tutores cada quien de su tribu, y hacia dentro de ella -que es hacia dentro de sí- parcelarán el terreno para repartir a cada familia lo que le corresponde. Cada presidente recibirá en nombre de su tribu la parcela que se le asigne en sorteo. Y él tendrá la responsabilidad de repartirla de acuerdo a su mejor criterio, provisto que el desafío es "heredarán para vosotros" ("injalú lajém" = 194), y de suyo que distribuirán lo heredado con (Vaikra-Lev. 19,36) "justicia" ("tsédek"), que debe ser el gran valor evidente en el reparto, constante ejemplar del pueblo de Israel en su tierra.
Los nombres de los hombres, y encabezando la lista: "Elazár el Cohen y Iehoshúa bin-Nun" ("El'azar hacohen veiehoshú'a bin nun" = 943), unión que nos señalará dos declaraciones básicas que debe sostener todo candidato a líder, a detentador de poder. En primer lugar, la conciencia de ser solamente un conducto, su autoanulación y sumisión ante el Creador con seguridad plena, como está escrito: (Tehilim 23,1): "Canto para David, Hashém es mi pastor, no careceré" ("mizmór ledavíd Hashém ro'í ló Ejsár"). "Mi pastor" que me guía y me sustenta. La palabra que tradujimos "mi pastor", "ro'í", puede ser leída también "re'í", mi prójimo u camarada (como en amarás a "tu prójimo", "re'ajá") que está a mi lado siempre, de modo personal e individual. Y puede ser leída también como "ra'í", "mi mal", aludiendo a la experiencia de enfrentarnos a lo que nos parece mal, y endulzarlo es la misión que nos toca de lo Alto. Y en segundo lugar, ahora hacia fuera (en reflejo perfecto de su tikún hacia dentro), [Tehilim 145,10]: "Te agradecerán-reconocerán Hashém todos Tus actos (creaturas), y Tus Jasidím (los que Te aman con piedad y alegría) Te bendecirán"; en influencia transparente de crecimiento perpetuo, llama viva que da lumbre a candelas nuevas que se elevan con vida propia a encender candelas nuevas.


Tome en cuenta, quien anhela que la Torah provea forma a su alma, que el alma colectiva, incluyente, representa a la cabeza y el alma en el hombre individual, y el pueblo representa a sus órganos físicos y espirituales; y entonces, todo el proceso de tomar posesión y asentarnos en nuestra tierra describirá el camino a cuyo través enmendamos y templamos el flujo de nuestra luz con gracia, con justicia, con amor.
Pues "éstos son los nombres de los hombres que heredarán para vosotros (a) la tierra: Elazár el Cohen y Iehoshúa bin-Nun" -nuestro verso entero, con valor 3253-, y por fuerza de su pureza y lealtad y aptitud para conducirnos hacia el cumplimiento de nuestra misión sobre la tierra, [Jos. 24,18] "y expulsará Hashém a todos los pueblos, y al Emorí asentado en la tierra, de ante nosotros. También nosotros rendiremos culto a Hashém, que es nuestro E-lokím". Sabiamente, tomaremos sobre nosotros líderes, conductores buenos y dignos, y el líder correcto atraerá sobre nosotros la defensa de lo Alto para vencer en nombre del bien en todas las guerras que nos propone el mal, y entonces haremos despertar, desde nuestro esfuerzo en el bien, redención por vía de misericordia dulce sobre el mundo todo.



אין תגובות:

הוסף רשומת תגובה