יום רביעי, 10 ביוני 2015

Shlaj Lejá, aliah de jueves, Hod en la semana

Shlaj Lejá, aliah de jueves, Hod en la semana. Bamidbar-Num. 15,13: "Todo el ciudadano hará así (a) éstos, para ofrendar-aproximar un fuego de aroma amable a Hashém". 
Nosotros recibimos instrucciones precisas acerca de la ofrenda de sémola embebida en aceite y el vino que traeremos para salpicar, para acompañar el sacrificio de oláh o el de zévaj o el de shlamím para Hashém. Y entonces, nuestro verso. Un fuego amable a Hashém, a ojos de Onkelús y de Ionatán ben UziEl (ambos, traductores de la Toráh al arameo) remite a una ofrenda recibida de buena voluntad ante Hashém, que halla gracia; Rash"i agrega que se trata de un fuego destinado a producir como si fuera placer y placidez en Hashém respecto de nosotros. Con ello, agrega y advierte Rabi Iaakóv Tsví de Meckelnburg en su libro Haktáv vehakabaláh" (*): el que entrega su ofrenda, no piense que basta con ella para expiar su pecado. Sino que ponga en su pensamiento que su ofrenda no es sino aroma amable -hasta aquí sus palabras-, una suerte de asencsor que lleva hasta lo Alto las acciones buenas y reparadoras que está en camino a hacer. Como la confesión y la plegaria. El aroma amable de la ofrenda causa placer -como si fuera-, pues representa señal de la teshuváh verdadera, que habilita al hombre a enmendarse rectamente.
Un verso rico e interesante, de estructura espiral de ida y vuelta como veremos a nuestro modo, para revelar los tesoros que guarda para nosotros, para enmendar justamente este día.
"El ciudadano" ("haEzráj" = 221) es (en la ortografía de la mishnáh en Avót 4,1) "fuerte-vigoroso" ("guibór"), en tanto "hará" ("ia'aséh" = 385)  es (en la ortografía de la mishnáh en Avot 3,3) "presencia revelada de Hashém" ("shejináh"), y ésta es la conexión: lo que todo verdaderamente fuerte hace en sacralidad, provoca rectificación y revelación de la shejináh.
El alcance de la mitsváh está claro: "todo el ciudadano hará" ("kól haEzráj ia'aséh" = 656), y lo que hará está claro: [Tehilim 27,14] "dirige tu esperanza a Hashém con fuerza, y él fortalecerá tu corazón, y dirige tu esperanza a Hashém", que es como un ciclo y medio, cuya primera etapa retorna sobre sí; como en la definición del conjunto básico de días del Ariza"l, compuesto de 13: shabát en el medio, y la majestad del shabát incide sobre los seis días profanos previos, y sobre los seis días profanos que le siguen; así la fortaleza con que tu corazón es bendecido desde lo Alto (a modo del shabát) siguiendo a tu haber dirigido tu esperanza exclusivamente a Hashém (a modo de la labor que te toca desarrollar), retornará y se renovará por sí todo tiempo que renueves la certeza de tu corazón en Hashém. Desde el momento mismo en que comenzaste a poner toda tu esperanza y expectativa y aspiración en Hashém, ya se fortalece desde E-l tu corazón, a cuenta de cuanto habrás de profundizar tu seguridad y certeza.
La continuación de nuestro verso, que describe la etapa de la acción, nos devuelve a un ciclo sencillo: para maravillarnos, lo que todo ciudadano hará es "así a éstos" ("kájah Et Eléh" = 482): el resumen descriptivo de la acción, es (Tehilim 27,14) "dirige tu esperanza a Hashém con fuerza, y él fortalecerá tu corazón" ("kavéh El Hashém jazák veieAméts libéja"), solamente. Todo el ciudadano se propondrá realizar su camino de acuerdo a las tres etapas vistas, en la primera de las cuales tomará la iniciativa de atraer hacia sí la bendición de la segunda de lo Alto, y a continuación de ésta retornará a la primera etapa que conducirá a la renovación de la segunda y así sucesivamente, lo que promete continuidad espiral, ascensión a saltos de una pierna por vez por la escalera cuya escalera llega hasta el firmamento.
¿Y quién hará así a éstos? Todo quien es "ciudadano" ("Ezráj" = 216); aquél en quien hay (Ez. 30,13) "temor" ("irAh") verdadero a Hashém y ese temor le sirve justamente de (Shemot-Ex. 32,18) "fuerza-valentía" ("guevuráh"), y entonces su temor reverencial y la seguridad que sostiene su valentía rectifican su habla que anuncia (al modo de la Hagadáh de Pésaj) "éste (es) el pan de la pobreza" ("há lajmá aniá"), o sea la matsáh, ese pan que no llegó a leudar, que alimenta siempre y nunca se descompone, y he aquí la riqueza oculta de su pobreza. El ciudadano, el valiente, sabe que (Ec. 1,2) "aliento de los alientos, todo es aliento" ("hével havalím hakól hável"), todo lo importante es sutil e invisible como el aliento de la boca, la privación del cual equivale a una condena a muerte en segundos. 
A lo que nos obligamos es "a ofrendar un fuego" ("lehakrív Ishéh" = 653), que señala sobre (Shemot-Ex. 16,6) "todos los hijos de Israel" ("kól bnéi israEl") sobre quienes rige el deber; y señala también sobre la sustancia misma de ese perpetuo ofrendar: (como lo expresa el Jaféts Jaim, halajót de maledicencia 3,7) "juzgar hacia el lado del mérito" ("ladún lejáf zejút"), que es mismo como elevar un sacrificio; porque el hombre sacrifica en ello la importancia de sí mismo, la concepción torcida según la cual el mundo gira en su derredor, en favor de la concepción según la cual cada quien es, en principio, inocente y merecedor de bien.
Y entonces, ¿qué debe hacer el ciudadano conciente de que todo es aliento de alientos, que todo es aliento como hemos visto? Maravilla de maravillas: "a ofrendar un fuego de aroma amable a Hashém" ("lehakrív Ishéh réaj nijóaj laHashém" = 1003), para señalar a su conciencia que [Ec. 12,8] "aliento de alientos, dijo Kohélet: todo es aliento", en tanto el dato que se nos agrega a lo que ya sabíamos es la identidad de quien pronuncia la sentencia, o sea Kohélet, que guarda el sentido íntimo de su revelación en el valor sumado de los nombres de las letras de su nombre ("kóf váv héi lámed táv" = 713), que no es sino (en palabra de la mishnáh en Nedarím 9,3) "teshuváh": arrepentimiento que modifica el pasado, y rectificación hacia el mejor futuro, de todo corazón.
Por este camino, comprenderemos nuestro verso: "Todo el ciudadano hará así (a) éstos, para ofrendar-aproximar un fuego de aroma amable a Hashém" en su valor 2141, [Bereshit-Gen. 1,5] "y llamará E-lokím a la luz día, y a la oscuridad llamó noche; y será la noche y será la mañana, día uno" (y vale atender el uso del futuro para la luz del día, y del pasado para la oscuridad de la noche); [Shemot-Ex. 12,24] "y cuidaréis la palabra ésta, por ley para tí y para tus hijos a perpetuidad". Pues (Devarim-Deut.) "buena es la palabra que dijiste para hacer" ("tóv hadavár Ashér dibárta la'asót"), [Tehilim 119,34] "hazme comprender, y (me) formaré tu Toráh, y la cuidaré en todo momento", que es bajo toda circunstancia, pues [Tehilim 119,13] "con mis labios relaté-relataré todos los juicios de tu boca".


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lo hallé en el sitio fxp.co.il

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