יום חמישי, 4 ביוני 2015

Behaalotjá, aliah de viernes, Iesod en la semana

Behaalotjá, aliah de viernes, Iesod en la semana. Bamidbar-Num. 10,23: "Y dijo Hashém a Mosheh: ¿acaso la mano de Hashém quedará corta?; ahora verás si te ocurrirá lo que digo o no".
El pueblo de Israel anhela comer carne, y su fe y seguridad se debilitan, se borronean, en la misma proporción en que su apetito crece. Mosheh no cree que un milagro revelado de Hashém sea la respuesta correcta a los gritos del pueblo, para calmarle. Y entonces, la dura respuesta de Hashém: "Y dijo Hashém a Mosheh: ¿acaso la mano de Hashém quedará corta?; ahora verás si te ocurrirá lo que digo o no" -nuestro verso entero, con valor 3198- pues incluso si se desviaren [Bereshit-Gen. 6,2] "y verán los hijos del E-lokím a las hijas del hombre que buenas son, y tomarán para ellos mujeres de todo lo que eligieron", aún podrán rectificar su pensamiento y arrepentirse, y retornar en teshuváh por sus acciones, [Bamidbar-Num. 14,40] "y se levantarán en la mañana, y subirán a la cabeza de la montaña a decir: hénos aquí, y hemos subido al lugar que dijo Hashém, pues pecamos".
El mismo milagro puede advenir por conducción de "diním" (rigor, juicio duro) o por vía de jasadím (amor, piedad, dulzura); todo depende del modo en que es pedido, y de las herramientas listas a recibirlo y contenerlo. Podría haber sucedido que el pueblo tenga deseo de comer carne, y que en lugar de renegar de la supervisión minuciosa del Creador y de la seguridad y la fe, justamente se fortalecieran y confiaran plenamente, y suplicaran con naturalidad al Creador por carne como por toda otra necesidad u anhelo, y entonces recibieran de algún modo milagroso carne, todo con agrado y amabilidad, tejido de puro Jesed superior. Pero en nuestro caso, la voz del pueblo no hace mérito para despertar sobre sí la dulzura del Jesed. Y de todos modos el milagro tendrá lugar, habrá carne, tejido muscular de "diním" duros. Vendrá de modo casual (no en un milagro revelado sino meramente un viento que arrastra una gran cantidad de codornices desde el mar hasta el desierto), y comerán carne hasta que salga por sus narices, hasta que estén hartos y sientan repugnancia de su apetito desmedido.
Pues, ¿a quién se le ocurrirá?, "¿acaso la mano de Hashém quedará corta?" ("haiád Hashém tiktsár" = 835), que de E-l pedirás [Tehilim 143,9] "sálvame de mis enemigos, Hashém, hacia tí mi cobertura", (Devarim-Deut. 10,3) "y las dos tablas (del pacto) en mi mano" ("ushnéi halujót beiadí") sobre las que está grabada la escritura de E-lokím a modo de (Prov. 20,27) "el alma del hombre" ("nishmát Adám"), pues sabrás (Ez. 33,30) "qué es la palabra-cosa que sale de parte de Hashém" ("máh hadavár haiotsé meEt Hashém"), (Lam. 2,3) "y arderá en Iaakóv como fuego llameante" ("vaiv'ár beia'akóv keEsh lehaváh") que despierta a los corazones a actuar con amor pleno, para enseñar (Jos. 24,28) "cada hombre a su parcela" ("Ish lenajalató") que (Devarim-Deut. 39,14) "no alcanzarás-violarás la frontera de tu prójimo" ("ló tasíg gvúl re'éja"); (Jer. 30,19) "y los haré abundantes y no escasearán" ("vehirbitím veló im'átu"), pues (Reyes1 16,18) "al palacio morada del rey" ("El Armón béit hamélej") presentarán lo que experimentan por necesidad, y de E-l recibirán su sustento, en que les llamará (Shemot-Ex. 4,22) "mi hijo, mi primogénito, Israel" ("bní bejorí israEl").
Y si aún así, se atrevió el pueblo a caer en la duda por no estar fuertemente aferrados a la fe verdadera, "ahora verás, si te ocurrirá lo que digo o no" ("'atáh tirEh haikrejá dvarí Im ló" = 1704), porque tu horizonte está en el bien más perfecto, y oirás [Is. 56,8] "palabra de Hashém E-lokím, que reúne a los extraviados de Israel: aún reuniré sobre ellos a los que se unen a él", de los pueblos que se volverán guerím (conversos) y se acoplarán a ellos (al decir de Rash"i) para ser un reino de sacerdotes grandioso; y tú, [Job 35,5] "atisba a los cielos y vé, y contempla las nubes que son más altas que tú", y sólo para tu bien es todo lo que te ocurre, como agrega Rash"i: y provisto que él es alto y tú bajo, y no percibe provecho alguno ni en tu maldad ni en tu justicia, ¿para qué te glorificarás ante él por tu justicia? -hasta aquí sus palabras. (Jos. 6,20) "Y será, al oir el pueblo la voz del shofár" ("vaiehí kishmó'a ha'ám Et kól hashofár"), y despertarán a la teshuváh, (Sam.2 7,24) "y establecerás para tí a tu pueblo Israel, para tí" ("utejonén lejá Et 'amjá israEl lejá"). (Ez. 11,5) "Así dijisteis, casa de Israel" ("kén Amartém béit israEl").
Por ambos caminos, el pedido es concedido; ya para bendición amable, ya volviéndose nuestro mal para curarnos de las inseguridades y apetitos que nos vuelven necios.
Y justo en el día del Iesod, donde el equilibrio se materializa y el shalóm se revela, corresponde determinar el camino, el método en que nos conduciremos, tanto para merecer como para incidir sobre quienes nos rodean una conducción de nuestras vidas por los senderos del Jesed, para hacer shalóm sobre las faces de toda la tierra.

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