de la lectura de la Torah para Pesaj, día 2, Guevurah en la festividad. Vaikra-Lev. 22,33: "El que os saca de la tierra de Mitsráim para ser para vosotros E-lokim, yo Hashém".
El E-lokím de Israel, ésto es: la forma y la fórmula que rigen el vínculo entre el Creador bendito y los miembros de su pacto para el tikún-enmienda del mundo, enseña la ley de la simetría perfecta, de la concatenación de causa y consecuencia, acción y lo que ella engendra. No sin propósito salimos de la servidumbre a la libertad, sino que declarará Hashém acerca de sí mismo el ser "el que os saca de la tierra de Mitsráim para ser para vosotros E-lokim, yo Hashém" -nuestro verso entero, con valor 2068-, porque no ha lugar en absoluto a la tumAh-impureza donde lo sagrado y no a tinieblas en el seno de la luz, como sabemos que [Prov. 11,10] "en el bien de tsadikím-justos se regocijará la urbe, y la perdición de los malvados vale alegría". El mero hecho de salir de Mitsráim hace que se levanten los sabios que ven hacia delante de lo que ocurre, [Ez. 10,7] "y pasarán la voz en Iehudáh-Judea y Ierushaláim, a todos los hijos de la diáspora-exilio, (llamándolos) a reunirse en Ierushaláim" pues dijo Hashém (Shemot-Ex. 6,4) "y también daré cumplimiento a mi pacto con ellos" ("vegám hakimóti Et brití Itám"), y entonces (Devarim-Deut. 31,3) "él exterminará a los pueblos éstos de ante tí, y heredarás" ("hú iashmíd Et hagoím haEleh milfanéja virashtém"), de mano de todos los pueblos que la invadieron mientras tú estabas sometido a fuerzas extrañas, la tierra buena que prometió a tus patriarcas. Y será (Zac. 7,7) "al estar Ierushaláim asentada y plácida" ("behiót ierushaláim ioshévet ushleváh") y en sacralidad se ocupan los hijos de Israel en enmendarse en las cualidades sagradas del Creador (especialmente durante la cuenta del ómer, cualidad por cualidad cada día) para prolongar bendición e incidir con bien sobre el mundo, [Ester 8,16] "a los iehudím-judíos había luz y alegría y júbilo y estima" ("laiehudím haitáh Oráh vesimjáh vesasón vikár"), y de ellos, así será para todos los que eligen el bien sobre la faz de la tierra.
El E-lokím de Israel, ésto es: la forma y la fórmula que rigen el vínculo entre el Creador bendito y los miembros de su pacto para el tikún-enmienda del mundo, enseña la ley de la simetría perfecta, de la concatenación de causa y consecuencia, acción y lo que ella engendra. No sin propósito salimos de la servidumbre a la libertad, sino que declarará Hashém acerca de sí mismo el ser "el que os saca de la tierra de Mitsráim para ser para vosotros E-lokim, yo Hashém" -nuestro verso entero, con valor 2068-, porque no ha lugar en absoluto a la tumAh-impureza donde lo sagrado y no a tinieblas en el seno de la luz, como sabemos que [Prov. 11,10] "en el bien de tsadikím-justos se regocijará la urbe, y la perdición de los malvados vale alegría". El mero hecho de salir de Mitsráim hace que se levanten los sabios que ven hacia delante de lo que ocurre, [Ez. 10,7] "y pasarán la voz en Iehudáh-Judea y Ierushaláim, a todos los hijos de la diáspora-exilio, (llamándolos) a reunirse en Ierushaláim" pues dijo Hashém (Shemot-Ex. 6,4) "y también daré cumplimiento a mi pacto con ellos" ("vegám hakimóti Et brití Itám"), y entonces (Devarim-Deut. 31,3) "él exterminará a los pueblos éstos de ante tí, y heredarás" ("hú iashmíd Et hagoím haEleh milfanéja virashtém"), de mano de todos los pueblos que la invadieron mientras tú estabas sometido a fuerzas extrañas, la tierra buena que prometió a tus patriarcas. Y será (Zac. 7,7) "al estar Ierushaláim asentada y plácida" ("behiót ierushaláim ioshévet ushleváh") y en sacralidad se ocupan los hijos de Israel en enmendarse en las cualidades sagradas del Creador (especialmente durante la cuenta del ómer, cualidad por cualidad cada día) para prolongar bendición e incidir con bien sobre el mundo, [Ester 8,16] "a los iehudím-judíos había luz y alegría y júbilo y estima" ("laiehudím haitáh Oráh vesimjáh vesasón vikár"), y de ellos, así será para todos los que eligen el bien sobre la faz de la tierra.
אין תגובות:
הוסף רשומת תגובה