יום שישי, 16 בינואר 2015

vaErá, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana

vaErá, aliah de shabat kodesh, Maljut en la semana. Shemot-Ex. 9,29: "Y dijo a él Moshéh: a mi salir de la ciudad, extenderé mis manos a Hashém: los truenos menguarán, y el granizo no habrá más; para que sepas que de Hashém es la tierra".
Ciego es el que no quiere ver. El proceso es sencillo y claro, y en cada paso y paso, se renueva la oportunidad de la teshuváh, o al menos, de la conciencia recta y enmendada. "Y dijo a él Moshéh: a mi salir de la ciudad, extenderé mis manos a Hashém: los truenos menguarán, y el granizo no habrá más; para que sepas que de Hashém es la tierra", nuestro verso entero con valor 5058; también las leyes que rigen causa y consecuencia, y también el reparto de los roles, todo está claro: [Crón.2 34,12] "y los hombres hacen con fe su labor, y sobre ellos están encargados Iájat y Ovadiáhu los levitas de entre los hijos de Merarí, y Zejariáh-Zacarías y Meshúlam de los hijos de los Kehatím, por siempre; y los levitas, todo el que sabe, (se ocupa) en instrumentos de canto". Así, en unión perfecta, extendemos bendición hacia el mundo.
Ante todo, Moshéh hará. Su acción despertará consecuencias sensibles, portentosas, asombrosas. Y a dichas consecuencias hay finalidad y objetivo. "A mi salir de la ciudad, extenderé mis manos a Hashém" ("ketseTí Et ha'ir Efrós kapái El Hashém" = 2356), que también (Bereshit-Gen. 19,24) "hizo llover sobre Sdóm y sobre Amoráh azufre y fuego de Hashém" ("himtír 'al sdóm ve'al 'amoráh gofrít vaEsh meEt Hashém"), y acerca de lo que te prometí a tí, elevaré mi plegaria: [Tehilim 39,9] "de todos mis crímenes sálvame; no me pongas en la vergüenza del malvado". Yo "extenderé mis manos a Hashém" ("Efrós kapái El Hashém" = 1149) (Bereshit-Gen. 39,15) "pues elevé mi voz y llamé" ("ki harimotí kolí vaEkrá") por la redención anhelada, porque todos preguntamos (Sam.1 20,27) "por qué no vino el hijo de Ishái (David, mashíaj) ni ayer y tampoco hoy" ("madú'a ló bá ben ishái gam tmól gam haióm"). Y ordenó a Faraón: (Is. 14,4) "y cargarás (tú) esta parábola-metáfora" ("venasáTa Et hamashál hazéh"), pues pensaste mal y bien saldrá de tí, que aprenderán Israel el camino que lleva de la esclavitud y el sojuzgamiento, a la más plena libertad.
Consecuencia de la plegaria de Moshéh, "los truenos menguarán, y el granizo no habrá más" ("hakolót iejdálun vehabarád ló ihiéh 'ód" = 1007), y está prometido, puesto que [Prov. 21,21] "quien persigue (la oportunidad de hacer) tsedakáh y (actos de) bondad-piedad, hallará vida, tsedakáh y honor". Yo cumpliré lo (Ezra 9,11) "que ordenaste", (Ez. 22,21) "y os reuniré" ("vekinásti Etjém"), (Bamidbar-Num. 11,21) "el pueblo que yo estoy en su seno" ("ha'ám Ashér Anojí bekirbó"), para enseñaros que (Prov. 21,3) "tsedakáh y juicio justo, son lo preferido de Hashém más que la ofrenda-sacrificio" ("tsedakáh umishpát nivjár laHashém mizávaj"). Y no (Job 19,15) "me consideraréis extraño" ("lazár tejashvúni") porque digo cosas razonables que hacen bien al hombre; (Sam.2 16,21) "y oyó todo Israel" ("veshamá' kól israEl").
Y hay una meta, un objetivo trascental, para cuanto está aconteciendo: "para que sepas que de Hashém es la tierra" ("lemá'an tedá' ki laHashém haArets" = 1046), de hecho [Lam. 3,22] "bondades de Hashém que no nos acabamos, que no se acaba su misericordia", (Ez. 18,4) "por cierto, todas las almas son de mí" ("hen kol hanefashót lí hénah").  Y cuando veáis (no lo quiera Hashém) que la desgracia se abalanza sobre vosotros, sabed (Jer. 17,13) "que abandonaron la fuente de aguas de vida, a Hashém" ("ki 'azvú mekór máim jaím Et Hashém"). Entonces despierta, retorna en teshuváh por cuanto te has desviado de la verdad, pide bien y verdad para tí y para cuanto contigo, (Ez. 28,2) "y dá tu corazón como el corazón de E-lokím", para descubrir y revelar y atraer y extender y realizar redención general en tus días.




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