יום ראשון, 19 באוקטובר 2014

Noaj, aliah de lunes, Guevurah en la semana

Noaj, aliah de lunes, Guevurah en la semana. Bereshit-Gen. 7,5: "E hizo Nóaj de acuerdo a todo lo que le ordenó Hashém".
Noaj es un hombre justo e íntegro, en una generación miope y rebelde, que caminan por caminos torcidos ante Hashém. La humanidad no comprende que la existencia y la vitalidad de toda la creación están sujetas a su relación con el Creador: tal como las plegarias y las buenas acciones se eleven a lo Alto, por sus mismos conductos descenderá el fluido que renueva y vitaliza a la creación, el alimento, la salud, el sustento. En la medida en que el amor abunde sobre las faces de la tierra, así el amor del Creador se posará sobre sus creaturas.
La situación es extrema: no hay amor en el mundo. Los hombres roban y estafan cada quien a su prójimo, y viven todos en una delusión como si ya no hubiera necesidad de conexión con el Creador, como si el gobierno sobre los recursos del mundo hubiera sido abandonado por El a los hombres, que luchan entre sí por detentarlo. Sólo Noaj se aferra a la integridad de su inocencia, y halla gracia a ojos de Hashém. Sólo él eleva hacia lo Alto su amor; "e hizo Nóaj de acuerdo a todo lo que le ordenó Hashém", el verso entero con valor 1148 y así, su condición y cualidad es de verdad y justicia, de brillo de la impronta de E-lokím y sanación de la creación toda; [Bereshit-Gen. 32,28] "y le dijo: cuál es tu nombre; y le dijo: Ia'akóv", pues le prometerá Hashém que (Bereshit-Gen. 35,12) "Daré la tierra" ("Etén Et haArets") a él y a su descendencia; y tal como él será luego Israel quien atraerá mérito a la creación haciendo vigentes en sí las leyes de Hashém, (Shemot-Ex. 3,11) "y así sacaré a los hijos de Israel" ("vekí Otsí Et bnéi israEl") de manos de sus enemigos (Jer. 34,14) "y lo enviaré a ser libre" ("veshilajtó jofshí"), con que sólo eleven su plegaria para recibir (Daniel 9,9) "la misericordia y los perdones; pues nos rebelamos" ("harajamím vehaslijót ki marádnu"), y aún así la teshuvah expía, y nosotros corregimos por fin nuestro camino.
Noaj acepta, y toma sobre sí la misión. El comprende que no hay futuro para su generación que se ha desconectado de la fuente de toda vida, y hace "de acuerdo a todo lo que le ordenó Hashém" ("kejól Ashér tsiváhu Hashém" = 704) (Shemot-Ex. 30,8) "para vuestras generaciones" ("ledoroteijém"), pues le dijo el Creador (Ec. 7,9) "no te asustes en tu espíritu" ("Al tibahél berujajá") pues vives tú y no morirás. Noaj es rey, y de su ejemplo habrán de comprender siempre "los reyes de los pueblos del mundo" ("maljéi Umót ha'olám") y sabrán (Devarim-Deut. 32,20) "cuál será su destino final" ("máh Ajaritám"), de acuerdo al "amor a la tierra" ("Ahavát haArets") en que se conduzcan en honor de los cielos.
Este mundo no es el del sentimiento ni el de la mente, sino el mundo de la acción; en él no basta enmendar con el pensamiento, con la intención, ni aún con la palabra. Por tanto, de acuerdo a todo lo que le ordenó Hashém, "e hizo Nóaj" ("vaiá'as nóaj" = 444), para hacer un (Shemot-Ex. 15,17) "templo" ("mikdásh") en que (Bamidbar-Num. 6,25) "iluminará Hashém su rostro hacia tí" ("iaEr Hashém panáv Eléja"); un templo a imagen del mundo que por medio de Jesed-piedad se construirá (como propone Tehilim 89,3), que será estable (Tehilim 33,11) "para cada generación y generación" ("ledór vadór"). Y todo quien tenga la sabiduría y la disciplina para hacer como él hizo, y pida despertar a sus congéneres (Crón.2 27,19) "para devolverlos a Hashém" ("lehashivám El Hashém"), hallará gracia a ojos de Hashém y será salvo (Crón.1 17,27) "y bendito para siempre" ("umevoráj le'olám").

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