יום חמישי, 16 באוקטובר 2014

Bereshit, aliah de viernes, Iesod en la semana

Bereshit, aliah de viernes, Iesod en la semana. Bereshit-Gen. 5,24: "Y se encaminó Janój con el E-lokím, y he que ya no está, pues lo tomó E-lokím".
Se cuenta acerca de Janój que era tsadík, justo sagrado, en su generación; y vio Hashém que se caería él más adelante de su justeza perfecta, y por causa del enorme amor que le merecía se lo llevó de la vida en lo mejor de sus días, para llevarle a obrar desde el mundo susperior para el sustento del mundo terreno. Allí en lo Alto recibió el rango de "ministro" ("sár") y el nombre (que no debe ser pronunciado en voz) de "Met-at-rón" = 314, de igual valor al nombre sagrado de "Shad-ái": la manifestación de Hashém que caracterizan nuestros sabios como "el E-l que dijo basta", la manifestación divina que presupuesta y conduce el fluido vital, el alimento y todo sustento a toda la tierra.
Quien revise los escritos de los exégetas sobre nuestro verso, advertirá que tanto rabi Asher (peirush haRósh) como rabi Iaakov Baal aturim relacionan al nombre de Janój con el de Met-at-rón por medio de una equivalencia numérica que, al menos a simple vista, aparece equivocada (hay una diferencia de 11 entre ambos lados de la igualdad); y desconozco el secreto que guardan. No obstante, he hallado que si bien "Janój" = 84, en el sistema de cálculo que asigna valores mayores (de 500 a 900) a las cinco letras finales del alefato, "Janój" = 564, igual que "ministro de lo justo" ("sár dín"), éste es Met-at-rón, que vale igual que Sha-dái.
"Y se encaminó Janój con el E-lokím, y he que ya no está, pues lo tomó E-lokím", nuestro verso entero con valor 1831, apunta a dos condiciones que deben ser cumplidas para la dignidad de semejante amor especial de Hashém por el hombre. La primera pertenece a la órbita de la acción: (Bereshit-Gen. 24,49) "y ahora, si he que hacéis (os conducís con) piedad y verdad" ("ve'atáh Im ieshjém 'osím jésed veEmét"). La segunda, en los territorios de la fe: (Devarim-Deut. 5,19) "cuando escuchéis a la voz desde dentro de la oscuridad" ("kesham'ajém Et hakól mitój hajóshej"), cuando E-lokím te habla desde el ocultamiento más completo, y aún así su palabra es verdadera y vigente en tu corazón también en ausencia de pruebas empíricas, y aún desde dentro de la tiniebla espesa te esmerarás por conducirte en los caminos de Hashém en cuanto hagas.
Janój tenía 365 años, era muy joven en comparación con los años de vida de su generación. "Y se encaminó Janój con el E-lokím, y he que ya no está" ("vaithaléj janój Et haE-lokím veEinénu" = 1170), en el momento en que el instinto del mal se acerca a triunfar, a derribarlo de su sacralidad íntegra y de su pureza, hasta el punto en que gritará [Tehilim 69,2] "sálvame E-lokím, porque vinieron las aguas hasta el alma (la vida)", y él es puro como los (Shemot-Ex. 25,6) "perfumes para el aceite de la unción" ("besamím leshémen hamishjáh"), vive en shalóm con las creaturas (Ez. 33,19) "y hace juicio y tsedakáh sobre ellos" ("ve'asáh mishpát utsedakáh 'aleihém"), y ante toda prueba pone su seguridad sólo en Hashém (Crón.2 25,8) "pues hay fuerza en E-lokím para ayudar e inteligir" ("ki iesh kóaj beE-lokím la'azór ulehaskíl"), y eleva su plegaria y arguye que (Tehilim 119,168) "cuidé tus mandatos" ("shamárti pikudéja"), y Hashém lo ve juzgando en su generación desde la palabra sagrada, y dando consejo humildemente cual diciendo (REyes2 19,6) "así diréis a vuestro amo: así dijo Hashém" ("kóh toMrún El Adoneijém kóh Amár Hashém") porque no hay más gobierno ni deidad sobre la tierra. (Daniel 11,21) "Y no pusieron sobre él majestad de realeza" ("veló natnú 'aláv hod maljút").
Janój se condujo por los caminos de Hashém sobre la tierra, y de pronto no está, "pues lo tomó E-lokím" ("ki lakáj Otó E-lokím" = 661), en mérito de su conciencia de ser "he como la materia prima en manos de quien le da forma" ("hinéh kajómer beiád haiotsér") (como figura en nuestras oraciones de Rosh Hashanáh y de Iom Kipúr), que se cuida de toda "maledicencia" ("lashón hará'"), que está afuerrado a la Maljút-Realeza que recibe el apodo de "Rosa" ("shoshanáh"), y se esfuerza en su vida por hacer bien al mundo, para atraerlo hacia un proceso de "rectificación completa" ("tikún haklalí"). Fue tomado de la tierra antes de que pudiera corromperse (Reyes1 15,26) "y hará el mal" ("vaiá'as hará'"). Y así como veía aproximarse el peligro, más se apegó a caminar junto a E-lokím, (Nej. 11,23) "porque es la orden del rey" ("ki mitsvát hamélej"). (Zac. 5,1) "Y elevé mis ojos y vi" ("vaEsá 'einái vaErEh") dónde comienza, con simpleza e integridad, todo este camino, que culmina en que un hombre se eleve a la categoría de ángel y ministro en lo Alto.
Y éste fue su esfuerzo constante sobre la faz de la tierra: "Y se encaminó Janój con el E-lokím" ("vaithaléj janój Et haE-lokím" = 1047), para decirnos que (Os. 12,7) "piedad-amor y juicio-justicia cuida" ("jésed umishpát shmór"); y ésta es la Torah de quien se hace digno de salvación de parte de Hashém para las vidas del mundo, para el mérito verdadero en este mundo, y la eternidad en el porvenir.

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