יום רביעי, 2 ביולי 2014

Balák aliah del jueves, Hod en la semana. Bamidbar-Num. 23,19: "No es un hombre Hashém que decepcionará, ni un hijo de Adám que cambiará de idea; ¿acaso El dijo y no hizo, o se pronunció y no cumplirá lo que dijo?" (la traducción, como siempre en esta serie de estudios, es conceptual).
Bil'ám, pobre, sólo intenta maldecir, y no logra sino bendecir. Como en el cuento del osito No-No, que justo cuando le urge asentir a las ofertas de ayuda que tanto necesita, la costumbre le hace trampa y no logra decir sino "no", también Bil'ám atiende atónito a las palabras que, saliendo de su boca con su voz, arruinan todos sus sueños inmediatos de riqueza y honor. Mas sus dichos no son claros; aún cuando su veneno ha sido neutralizado desde lo Alto, todavía, se reflejan su concepción del mundo y de la vida en lo que dice.
El Absoluto no es un hombre, no es un hijo de Adám, y por consiguiente no decepcionará a quien cree en Su palabra, y tampoco cambiará de idea en el camino a dar cumplimiento a la sentencia. Bil'ám extrapola demasiado lejos. Argumenta indicando claramente que no hay cómo anular la posición especial de Israel ante el Creador, o más en general, que no hay modo de modificar ninguna sentencia de lo Alto. Y ello es terrible. Desde la necesidad de disculparse ante Balák por el fracaso evidente, él niega la fuerza de la Teshuvah, de la plegaria, y desdeña el fundamento que dice: Aún si una espada filosa está apoyada ya sobre su cuello, no pierda el hombre la esperanza de que la Misericordia produzca un vuelco repentino.
Hasta el punto en que la Torah lo enfrenta a una trampa numérica, para que vean y teman y no incurran más en herejía: el verso entero "No es un hombre Hashém que decepcionará, ni un hijo de Adám que cambiará de idea; ¿acaso El dijo y no hizo, o se pronunció y no cumplirá lo que dijo?", tiene valor numérico 2179, igual como otro verso que da testimonio de que (Shemot-Ex. 32,14) "Y cambió de idea Hashém acerca del mal que habló de hacer a Su pueblo". Aparentemente, no sólo un hombre cambiará de idea, sino que también el Creador endulzará su sentencia como respuesta a la Teshuvah, a la enmienda, a la expiación (y valga la diferencia, también al revés). "Y cambió de idea Hashém acerca del mal" vale 520, como la palabra "sajár", retribución: Hashém muda incluso de extremo a extremo Sus sentencias, a modo de "retribución" por el arrepentimiento y el abandono del mal, la expiación, la rectificación, las mitsvót, el caminar con inocencia del hombre ante El.
¿Y cuál es el fiel de la balanza que volteará un sistema perceptible como lo ve Bil'ám en uno que se experimenta descripto por Israel, desde una conducción basada en el rigor de la ley y el sino y el destino inmutables, hasta la que determina que "no hay sino para Israel" y nunca pierdas la esperanza en ninguna situación porque nunca estás perdido? Acude a nosotros otro 2179 (bonito número el primo 327 de la serie) - (Devarím-Deut. 15,11): "Abrir abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre, y a tu menesteroso". Esto es: si tú eres la respuesta que piden tu hermano en desgracia, los pobres de tu ciudad, y quienes tienen menester de ayuda en tu derredor, también para tí estará reservada una respuesta dulce y digna cuando comprendas que también eres en el fondo pobre y menesteroso, que en realidad siempre comiste gratis, sin importar qué crees haber invertido en tu sustento. La acción recta y acertada enmienda al pensamiento, y la buena intención representa piedra fundamental para la redención. Sólo reconoce y apégate a la verdad, piénsate desde dentro de ella, y te salvarás del destino de los malvados. Y cuando te veas victorioso, agradece por ello con el corazón completo, y sólo desde un corazón completo y lleno y fiel hallarás oportunidad segura de "bajar la guardia" conciente; porque la Torah, la conexión buena, latirá en tu corazón inaugurándote, renovándote siempre como quien se sumerge en la mikveh, como quien nace.

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