Jukát, aliah del jueves, Hod en la semana. Bamidbar-Num. 21,8: "Y dijo Hashém a Mosheh hazte una serpiente (de metal) y colócala sobre una plataforma (sobre un milagro), y será que todo aquél mordido (por una de las serpientes), y lo verá (a la serpiente que tú hiciste) y vivirá". Y desde el primer momento, nos llama la atención la cristalinidad del sentido: el "mordido" ("nashúj") vale 376 igual que el "shalóm" que ruega recuperar, en tanto "saráf" (la serpiente) vale 580, igual que "pidión néfesh", rescate del alma desde el cautiverio del miedo a la libertad nueva. Manual de simetrías vitales.
Con ello, un fundamento de la vacunación, de la prevención tanto física como espiritual: Lo mismo que mata es lo que produce sanación; donde se genera la corrupción, allí mismo ha de recuperarse la pureza y enmendar. Con el mismo valor 3737 de nuestro verso completo, hallamos un verso que nos explica cómo funciona el sistema (Mishlei-Prov. 29,27): "Repugna a los tsadikím (justos sagrados) un hombre deshonesto, y repugna al malvado el hombre de recto camino". Di desde ya: el hombre deshonesto tiene por misión probar al tsadík y ayudarlo en su propia enmienda, en tanto el hombre de recto camino es el capaz de conducir al malvado a rectificarse. Para ser más precisos: "lo que repugna a los tsadikím" ("to'avát tsadikím") vale 1132, igual que el verso (Devarím-Deut. 32,19) "Y vio Hashém y se enfureció por el enojo de sus hijos e hijas", puesto que no hay nada más hábil de despertar la furia de lo Alto que el enojo, matriz de todas las malas cualidades humanas; en tanto que "y repugna al malvado" ("veto'avát rashá'") vale 1454, como el verso (Tehilim-Salmos 88,14) que dice "Si Mi pueblo me escuchare, si Israel en mis caminos se condujese", ya que la conducción por los caminos de Hashém, la fidelidad para atender a Su voz, representan una muralla que el malvado no puede cruzar.
"Hazte una serpiente y colócala sobre un milagro" ("'aseh lejá saráf vesím Otó 'al nes") tiene algo fundamental para revelarnos. En su valor 1978, dice lo que (Job 14,15): "Llamarás y Yo te responderé, la acción de tus manos anhelarás". ¡Vaya revelación extraña! Según parece, si sabes convocar a Hashém a tu vida y poner tu fe y seguridad y esperanza exclusivamente en El, por anhelo infinito de la dulzura de Su amor, justamente en la acción fiel y enmendada de tus propias manos hallarás lo que pides. Y si así haces, experimentarás que "y será que todo aquél mordido, y lo verá, y vivirá", que en su valor 1100 nos dice por fin que (Tehilim 54,6) "He aquí que E-lokím me ayuda, Hashém (el nombre A-don-ai) es apoyo de mi alma": que Hashém te conducirá con una supervisión individual misteriosa y maravillosa hasta el punto que el nombre E-lokím que manifiesta rigores, se vuelve en tu ayuda, y el nombre Alef-dalet-nun-iod, de la Maljut (el Reinado de este mundo) es soporte de tu alma; porque elegiste por camino "mesilát iesharím", el sendero de los rectos, que comparte también el valor 1100.
La llave está provista por la metáfora activa de "la serpiente sobre milagro" ("saráf 'al nes"), cuyo valor 790 lo iguala al verso (Iejezkel-Ezeq. 7,25) "Y pedid Shalóm"; y quien enmienda sus acciones en dirección a sus anhelos, no hallará jamás a la serpiente mortífera en su camino, sino que sólo de Shalóm en Shalóm irá siempre, en todos los órdenes de su vida.
אין תגובות:
הוסף רשומת תגובה